La curación por imposición de manos es una técnica terapéutica milenaria, conocida por múltiples civilizaciones de la antigüedad. Generalmente ligada o relacionada con determinado culto o creencia religiosa, la curación por imposición de manos fue atribuyéndose más a un acto divino que a una facultad natural del ser humano. Por ejemplo, Wikipedia explica: “La Imposición de manos es una práctica re
ligiosa, que se encuentra en diversas partes del mundo asociada a múltiples credos”. Desde la antigüedad se ha utilizado la imposición de manos para curar distintos tipos de dolencias, un Maestro muy conocido fue el propio Jesús, quien con sus manos hizo maravillosos milagros, la energía del amor fluye a través de las manos, proporcionando bienestar y sanación en muchos casos, y así hemos visto casos de sanadores de este tipo, como Buda que también la utilizó para sanar dolencias físicas, emocionales y espirituales. La imposición de manos es un acto de amor incondicional, un gran amor que fluye a través de las palmas de las manos, que van directo al cuerpo que lo necesita. Mikao Usui, un noble y polifacético investigador japonés, a quien siempre le interesó el misterio de las curaciones por imposición de manos, especialmente de Jesucristo y Buda, investigó mucho al respecto, descubrió que un recuerdo subconsciente de esa facultad se manifiesta cuando al sentir un dolor en alguna parte del cuerpo, instintivamente llevamos nuestras manos a esa parte tratando de curarla. Luego de mucho estudiar y escudriñar en antiguas tradiciones de todo el mundo, redescubrió la técnica que llamó Reiki que viene de las palabras japonesas: Rei es energía del universo y ki (Chi en China, Prana en India) es Energía Vital. Podríamos afirmar que la energía de vida no es de nadie, así como el sol o el aire, no es de ningún grupo o individuo, de ninguna religión o de ningún sistema de creencias. Cada terapeuta tiene claro que él es solo un canal para la energía Universal que al ingresar al cuerpo del paciente, reactiva y equilibra el sistema inmunológico que sana las dolencias. Hay dos formas para esta terapia, una es colocar las manos unos centímetros encima del cuerpo para que la energía se proyecte a la zona que deseamos sea aplicada, otra es colocando las manos directamente en el cuerpo cuando queremos que esa energía penetre y la persona sienta más la fluidez de esa energía que entra en su cuerpo. Todos tenemos capacidades sanadoras, y no nos damos cuenta de ello, en cierta medida el sanador que utiliza esta técnica es capaz de concentrar la energía que recibe y transmitirla a la persona que desea sanar, pero no solo es la energía que fluye a través de las manos sino, muchas afirmaciones y peticiones que el sanador va haciendo espiritualmente para acompañar esta terapia. En la terapia Reiki, el paciente estará relajado y en estado receptivo. Es posible que se sumerja en un sueño reparador; el ambiente de la sala de terapias: media luz, música agradable, incienso, etc. ayuda a que se logre el objetivo. Luego de recibir la terapia, el paciente se encuentra en un estado de tranquilidad, paz y los síntomas desaparecen o se reducen notablemente según su intensidad. No existen contraindicaciones respecto del Reiki. Actualmente el Reiki se practica como terapia complementaria en muchos hospitales, como apoyo a la medicina oficial, siendo de gran utilidad porque trae mucho alivio emocional y físico a los pacientes, sobre todo de enfermedades de tratamiento largos.