04/11/2024
Temo que gran parte de los psicólogos se están pasando al bando de los coachs. Lo peor de todo es que no saben diferenciar o dan la sensación de no saberlo, por ejemplo con los mensajes que comparten en sus redes sociales parecieran unos coachs más, publicaciones que difieren grandemente de estudios propiamente psicológicos.
Con frecuencia veo y escucho que las recomendaciones van en dirección de haz lo que te haga feliz y tú puedes hacer todo lo que te imaginas, cuando realmente sabemos que los objetivos tienen que ser realistas. Además hay un gran componente terapéutico de tinte seudofeminista que impele a la mujer a hacer literalmente lo que le de la gana, porque como lo hace feliz está bien. Es importante conocer que entre la psicología y el coaching existen diferencias fundamentales:
Formación y capacitación
Enfoque (patología vs desarrollo)
Metodologías y técnicas
Objetivos y resultados.
Los psicólogos deben mantener su enfoque en la salud mental y bienestar. Es importante que un psicólogo no confunda su trabajo compitiendo con un Coach. Por lo tanto. No, no es saludable que los psicólogos confundan a la gente con mensajes de coaches. A continuación, te presento razones por las que esto puede ser problemático:
1. Confusión de roles: La gente puede pensar que un psicólogo es solo un coach, lo que puede llevar a una falta de comprensión sobre la formación y capacitación que requiere la psicología.
2. Falta de claridad en la intervención: Los mensajes de coaching pueden no ser adecuados para personas con problemas psicológicos graves, lo que puede llevar a una falta de tratamiento efectivo.
3. Minimización de problemas: Los mensajes de coaching pueden minimizar la gravedad de los problemas psicológicos, lo que puede llevar a una falta de búsqueda de ayuda adecuada.
4. Responsabilización: Los mensajes de coaching pueden hacer que la gente se sienta responsable de sus problemas, en lugar de reconocer la complejidad de los factores involucrados.
5. Pérdida de credibilidad: La confusión entre psicología y coaching puede afectar la credibilidad de la profesión psicológica.
6. Riesgo de malapraxis: Los psicólogos que se presentan como coaches pueden no estar cumpliendo con los estándares éticos y legales de la profesión.
7. Diferencia en la formación: Los coaches no tienen la misma formación que los psicólogos, lo que puede llevar a una falta de comprensión sobre la salud mental.
8. Impacto en la salud mental: La confusión entre psicología y coaching puede afectar negativamente la salud mental de las personas que buscan ayuda.
Es importante que los psicólogos mantengan una línea clara entre su rol como profesionales de la salud mental y el rol de un coach. Deben:
1. Ser claros sobre su título y formación.
2. Establecer límites claros con los clientes.
3. Proporcionar intervenciones basadas en evidencia.
4. Evitar mensajes que minimicen problemas psicológicos.
5. Mantener una comunicación clara y transparente.