25/09/2025
Hace un tiempo un estudiante de medicina me preguntó: ¿Doctor, por qué no regresan más sub-especialistas a Puerto Rico?
Antes de contestar este tipo de pregunta, que llevo muy cerca de mi corazón, siempre le explico a mis estudiantes que primero es importante entender la etiología o razón del problema. Aunque no pretendo hacer una explicación exhaustiva de nuestro sistema ineficiente, es de suma importancia resaltar aquellas áreas que pudiéramos corregir para aumentar el retorno y establecimiento de los médicos.
Primero, aunque en Puerto Rico hay mucha necesidad, hay muy pocas oportunidades para establecer tu nueva práctica. Y sé que muchos dirán: ¡Pues, que creen sus oportunidades! Yo les digo: “Ese es exactamente parte del problema”. Aquel médico recién graduado, que cumple con los estándares más altos de la sub-especialidad tiene que decidir entre regresar aquí y luchar contra viento y marea para establecer su práctica versus aceptar oportunidades que están esperando por ellos con los brazos abiertos. Después de 14 años de estudio, hay que tener muchas ganas de invertir dinero que la mayoría no tiene para comenzar a dar un servicio que puede que te paguen o no. ¿Cómo este escenario va a competir con un salario en hospitales de Estados Unidos?
Segundo, los mismos que llevan 30 años frente a las instituciones hospitalarias y sistema de salud, responsables directa o indirectamente del deterioro, siguen aferrados a las posiciones de liderato limitando las posibilidades de cambio. Sus egos le siguen diciendo “Yo puedo cambiar esto” mientras el historial de los hospitales, pacientes e instituciones dicen lo contrario. Es tiempo que muchos de ellos entiendan que su rol debe cambiar, primero por su ineficiencia y por el bien del país. No es necesario estar criticando a la nueva generación por querer hacer las cosas diferentes, porque es locura permanecer en lo mismo que nos ha llevado donde nos encontramos.
Tercero, ustedes deben saber que del mejor talento que hemos tenido, se tiene que quedar en el exterior por que los que estamos acá, en la isla con tanta necesidad, les dicen “Aquí no hacen falta”. Aquí les comparto una foto cuando era residente ortopedia de tercer nivel estudiando junto al Dr. Roberto Hernández Irrizary, residente de quinto nivel. Allí no solo pasábamos horas estudiando ortopedia, sino que discutimos los problemas de nuestro sistema y cómo resolverlo. Hoy, para orgullo de todos nosotros, Roberto es el director del programa de residencia en Emory University sirviendo a muchos con excelencia. Cuánto quisiera que estuviera acá, porque su pasión y talento es de lo que necesitamos para cambiar esto aquí. Allí en Atlanta se dieron cuenta de su potencial y ahora harán todo lo posible para que no vuelva. Y pensar que aquí se decía: “No hay espacio para él”.
Y así es como no vuelven nuestros médicos. Al reflexionar sobre soluciones pienso: Mientras existan escuelas cerradas, llenas de pasto, que no puedan ser utilizadas para facilitar a nuestros médicos a regresar a establecer su práctica, el titular de nuestro sistema de salud seguirá siendo: “Aquí no hay suficientes médicos”. Ya sabemos de la necesidad, dediquemonos a planificar y crear oportunidades para que puedan regresar.