11/08/2024
En mi rebeldía por querer reparar las cosas electrónicas que se me dañan, en esta ocasión me enfrenté a la lavadora. Se comenzó a comportar extraña haciendo dos cosas: primero, tan pronto la prendía comenzaba moverse en vez de llenarse de agua (esto no era tan terrible). Pero lo segundo era que a justo cuando estaba terminando el ciclo de secado, le echaba agua a la ropa dejándola enchumbá. Eso era muy "annoying".
Fui pieza por pieza, tratando de entender cómo funciona cada control de la lavadora. La mayoría de los videos en YouTube te enseñan a cambiar la pieza, pero no te explican cómo funciona. Al final tenía dos piezas sospechosas: el "timer" y el "loading sensor". Comprar esas piezas para remplazarlas es casi pagar la mitad de una lavadora nueva.
Revisé el "timer" con detenimiento: es una pieza genial que mezcla mecánica y electrónica. La inspeccioné, la limpié y llegué a la conclusión de que no había manera de que estuviera dañada.
El "loading sensor" es una pieza complicada pues tiene mucha electrónica miniaturizada. Entre esa electrónica tiene un "relay", un interruptor electrónico. Inicialmente no le presté atención, pero luego lei en algún foro a alguien quejándose de un problema casi idéntico al mío y otra persona le dijo que el problema tenia que ser el "loading sensor". Cuando revisé la pieza en detalle descubrí que ese "relay" estaba pegao, o sea, que se había quedado en la posición de "activado" y se quedó encajao allí. Ahora la tarea es reemplazarlo.
El relay cuesta casi $40, pero lo mas interesante es que no se consigue fácilmente, ni por eBay. Lo tenia que pedir a China (esto es muy común, luego les debo contar mas). Así que me di a la tarea de hacer un invento para reemplazarlo. Entre mis cosas encontré un relay que podia hacer el trabajo, pero que funciona con otro voltaje. Así que fabriqué un circuito para traducir el voltaje que usa la lavadora al voltaje que usa mi relay.
Estimo que en piezas gasté $20, pero la emoción que se sentí cuando prendí la lavadora y comenzó a funcionar correctamente no tiene precio.
Una de las razones por la que estoy empeñado en pasar todo este trabajo es para comprender la situación actual en la que vivimos. Me di cuenta de muchas cosas, pero me voy a enfocar en una: Es fácil hablar del problema de estar botando las cosas cuando se dañan, pero cuando la cosa se daña de verdad, el impulso de simplemente botar lo viejo y comprarlo nuevo es bien fuerte. Yo lo sentí y todos en mi casa lo sintieron. El desespero que uno siente cuando se te daña algo que te hace la vida fácil te distorciona la forma de ver las cosas, y el deseo por resolver rápido para que todo regrese a la normalidad se vuelve abrumador. Estoy convencido que, en gran parte, ese impulso proviene de que nos han lavado de cerebro. Estamos brutalmente bombardeados por anuncios vendiéndonos cosas que nos prometen "hacernos la vida mas fácil" para que tengamos el tiempo de hacer "las cosas que verdaderamente importan", y ni hablar de la alegria de la gente en los anuncios cuando van a comprar algo nuevo a la tienda. Así que resolver este problema de exceso de basura y del desperdicio de recursos requiere despertar del sueño de la vida fácil y cómoda y estar listo para enfrentar las dificultades cuando lleguen... pero, en esta sociedad, ¿quién quiere hacer eso?