17/11/2025
Hay días que parecen ser más oscuros que otros
y cargamos con cadenas que no siempre se ven,
pero se sienten… en los hombros, en el pecho, en la respiración.
Días en los que uno camina lento,
no por falta de ganas,
sino porque el alma pesa un poquito más.
Y aun así, aunque cueste, seguimos.
Arrastramos las dudas, los miedos, el cansancio,
y avanzamos. A veces a pasitos cortos, a veces casi a ciegas, pero avanzamos.
Porque incluso en la oscuridad hay destellos que no se apagan: una palabra amable, un abrazo que llega a tiempo, un recuerdo bonito, o ese pequeño acto de valentía que hacemos sin darnos cuenta.
No siempre podemos soltar las cadenas de golpe,
pero sí podemos aflojarlas mientras nos seguimos escogiendo, una y otra vez, aunque el día se vea gris.
Escógete cada día. Busca ayuda, no te rindas y sigue… esas cadenas se pueden romper…
mi