26/09/2025
Este es el motivo por el cual como médico no te recomiendo utilizar copitos para limpiar tus oídos
Lo que ves en esta imagen es la representación clara del riesgo de introducir un objeto dentro del canal auditivo. Aunque parezca un gesto inocente de higiene, usar un copito puede convertirse en la causa de un problema mayor.
Cada vez que lo insertas, no estás limpiando tu oído: estás empujando el cerumen hacia el fondo, compactándolo contra el tímpano. Esto genera lo que en medicina llamamos impactación de cerumen, una acumulación que bloquea la audición, causa zumbidos, mareos e incluso dolor.
Y en el peor escenario, ese mismo movimiento puede terminar perforando el tímpano, una membrana delgada y sumamente delicada, cuya función es recibir las vibraciones del sonido. Una lesión en esta estructura no solo duele: también puede dejar secuelas auditivas.
El cerumen no es “suciedad” como muchos piensan. Es, en realidad, un mecanismo protector natural: lubrica, limpia de manera espontánea y hasta actúa como barrera contra bacterias y hongos. El oído tiene la capacidad de expulsarlo de forma gradual hacia el exterior, donde puede retirarse suavemente con un paño limpio, sin necesidad de introducir nada.
La forma correcta de cuidar tus oídos es simple:
• No introducir objetos (ni copitos, ni llaves, ni lápices, ni hisopos).
• Limpiar solo la parte externa del pabellón auricular.
• Consultar con un médico en caso de sentir dolor, taponamiento o pérdida de audición.
El oído está diseñado para protegerse a sí mismo. Respetar ese equilibrio es la mejor manera de mantener tu salud auditiva.
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Aviso importante: La información compartida tiene únicamente fines educativos y de divulgación médica. No sustituye la consulta presencial ni debe usarse como diagnóstico. Si presentas síntomas o dudas sobre tu salud, acude siempre a un profesional médico.