23/11/2025
Cuando el peso se convierte en medida de valía social, laboral o personal, algo dentro de nosotros comienza a quebrarse. Sí, la salud física es importante —es parte de un bienestar integral—, pero cuando el número en la balanza dicta cuánto merecemos, cuán “lindas” somos o cuán aceptadas seremos, entramos en un territorio doloroso y peligroso.
En mi industria, la belleza, lo veo a diario. Mujeres hermosas que llegan a mi silla cargando expectativas sociales que no les pertenecen. Y ahí, más allá del color, el corte o el tratamiento, siempre intento aportar un granito de conciencia: recordarles que un corazón sano, un amor propio profundo e incondicional y un equilibrio emocional son la base de cualquier transformación real.
Porque solo desde ese lugar puedo ayudarte a verte hermosa, con un cabello radiante y una estima fortalecida, incluso en los días más retantes. A veces se nos olvida que el cuerpo cambia, que el tiempo pasa, que envejecer es un privilegio. Y si no aprendemos a ser felices hoy, mañana puede ser demasiado tarde.
✨ Que este sea un recordatorio amoroso: sana, ámate, abrázate tal como eres.
La vida es demasiado corta para perseguir la perfección y demasiado hermosa para no vivirla desde tu esencia más auténtica.
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