11/04/2025
Carta abierta a la criminalización de una crisis autista.
Una crisis autista no es un crimen. Es un grito del sistema nervioso pidiendo ayuda.
En pleno Mes de Concienciación del Autismo, un adolescente autista fue baleado por la policía. Hoy tiene muerte cerebral. Esta tragedia no es un hecho aislado: es reflejo de un sistema que responde con miedo, ignorancia y violencia a lo que no entiende.
El verdadero peligro no era el joven. El verdadero peligro es un sistema que no capacita para responder adecuadamente. Es una sociedad que educa más sobre cómo inmovilizar cuerpos que sobre cómo entender cerebros que procesan distinto. Es un país que pone más recursos en armamento que en sensibilización.
No podemos seguir conmemorando abril con camisas azules mientras las vidas neurodiversas siguen siendo vistas como amenaza. No podemos hablar de inclusión desde las gradas si no estamos dispuestos a transformar estructuras, y reconocer que la neurodiversidad también tiene derechos humanos.
Esta tragedia nos convoca. A todos. A educadores, padres, profesionales de la salud, legisladores, policías y ciudadanos. Nos llama a exigir adiestramientos obligatorios, protocolos de intervención para personas neurodiversas, presencia de especialistas en momentos de crisis.
Ese no es el único escenario. También pasa en las escuelas.
Hasta que el Sistema no entienda que los maestros de Educación Especial que trabaja con autismo, no solo se necesita formación educativa, sino formación clínica en salud y neurociencia, seguirán los accidentes, las contenciones innecesarias y las crisis sin respuesta adecuada. De la misma manera, los asistentes de servicios especiales al estudiante, contratados para el área de conducta, cuentan con un requisito de credencial mínimo de 4to año.
No se puede intervenir una desregulación sensorial con solo estrategias pedagógicas. Se necesita conocimiento clínico, comprensión de la neurociencia del comportamiento y herramientas terapéuticas.
Sin enfoque clínico y científico, el salón de clases puede convertirse en un campo de batalla emocional/sensorial.
Necesitamos:
– Formación clínica y neurocientífica para docentes de autismo.
– Intervenciones basadas en evidencia.
– Colaboración entre Educación y Salud
– Protocolos de contención emocional, sensorial.
– Un sistema que deje de ver las crisis como amenazas y las entienda como emergencias humanas.
La neurodiversidad no es peligrosa. Peligroso es no saber cómo responder a ella.
Es hora de repensarlo todo. Y la urgencia es innegable. Según datos del Departamento de Educación de Puerto Rico, en los últimos 11 años los casos de autismo en el sistema educativo aumentaron un 249% . Además, un informe reciente de la Alianza de Autismo de Puerto Rico reveló que desde el año 2000, la prevalencia del autismo en la Isla aumentó un 417%, pasando de 1 en 150 personas a 1 en 36.
Firmo esta carta con el corazón roto, pero con la esperanza viva de que esta vez no miremos hacia otro lado.
¡Lo mataron! Por él, por tantos, por todos.
Ainé Andino Dávila
Especialista en Neurodiversidad | Terapista Educativa Clínica (Psicopedagoga)| Educadora de Autismo | Voz que no se calla
https://www.telemundopr.com/noticias/puerto-rico/adolescente-con-autismo-baleado-por-policias-tiene-muerte-cerebral/2707442/?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR6TRo2wLmsXit2GLlIusm6A30Jm3pwZY02akYzxlWdFo0y2qBFe9d6kdhIMvw_aem_oPWCTSncyHePzThj05GWfA
“Te amaré por toda la vida, me dejastes el corazón destrozado en mil pedacitos mi amor”, escribió su tía en redes sociales.