08/09/2025
Dos realidades, dos caras de la vida
En mi caso, he visto cómo un país que cuenta con bajas tasas de natalidad, crea simposios y evalúa por qué las féminas no están dando a luz y/o cómo “crear medidas para ayudar al aumento poblacional”. Pero la vida real muestra otra cara: la de atentar constantemente contra los derechos de las mujeres gestantes, discriminando y oprimiendo a aquellas que deciden ser madres.
Esto se observa en diferentes sectores, sistemas e instituciones de salud, así como a nivel laboral, donde se atenta contra la salud de la mujer y su bebé, vulnerabilizando su proceso y creando barreras institucionales para oprimir. Se redactan leyes que quedan solo en papel, que no se ponen en vigor, y se pasa por encima de los derechos de quienes deciden ser madres. Se habla de valores familiares, mientras se atenta contra la familia, su desarrollo y su bienestar físico, económico y emocional.
La sociedad emite juicios sobre cuándo, cómo y en qué momento debes ser madre, sin tomar en cuenta factores biopsicosociales. Y con descaro te dicen: “¿Cómo vas a poder trabajar y criar?”, “¿A tu edad?”, “¿Vas a ser abuela?”, etc.
Esa es, en efecto, la dualidad de nuestra realidad: una sociedad llena de profesionales que juzgan; una sociedad que presume de “valores”, pero que solo los escribe en papel o los enuncia porque “suena bonito”, aunque les resulta imposible practicarlos. Da vergüenza.
A todas esas madres que están pasando por esto, les digo: las entiendo, las abrazo y nunca deben dejar de alzar su voz por aquello que aman y creen. Y más cuando es a favor del amor más puro que puede existir.
¡Mis respetos para ustedes! 🌸💜
🔎 𝐃𝐨𝐬 𝐢𝐦𝐚́𝐠𝐞𝐧𝐞𝐬, 𝐝𝐨𝐬 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬
La primera foto muestra a una mamá trabajadora en la calle, cargando a su bebé mientras hace malabares para ganarse la vida.
La segunda es la foto que se volvió viral: la esposa de un gobernador, con su bebé en portada de revista, rodeada de elogios como si fuera una he***na.
Ahora imagina si los mismos comentarios que le hicieron a la política los aplicáramos a la primera mamá:
✨ “Eres la prueba de que la maternidad no detiene a una mujer comprometida con su labor.”
✨ “Qué inspiración ver cómo combina trabajo con el amor de mamá, eso es poder.”
✨ “Admirable que muestres cómo se puede equilibrar la vida profesional y la maternidad.”
¿A poco no suena hipócrita? 🤔
La diferencia está en los privilegios. Una materna en condiciones seguras, con niñera, carro, casa propia, médico privado, despensas de sobra. La otra materna expone a su bebé en la calle porque no tiene de otra. No es elección, es supervivencia.
👉 Con privilegios, la maternidad se aplaude y se vuelve portada.
👉 Sin privilegios, la maternidad se invisibiliza, se juzga y hasta se castiga.
Entonces la pregunta es clara:
📌 ¿Cuándo tendremos condiciones dignas para todas las mamás?
📌 ¿Cuándo habrá empleos con horarios y sueldos justos que permitan maternar sin exponer la vida de tus hijos(as)?
📌 ¿Por qué la maternidad de unas se celebra, mientras la de otras se ignora?
La maternidad no debería ser un privilegio para unas pocas. Debería ser un derecho digno para todas.
✍🏽 créditos: Mamá revolución