02/08/2025
Neurofisiología del Amor
Heriberto Acosta, MD
San Juan, Puerto Rico
Agosto de 2025
Introducción
El amor constituye una emoción de notable profundidad y complejidad, sostenida por mecanismos neurofisiológicos diversos. Si bien aún no se dispone de una comprensión absoluta del fenómeno, se han identificado regiones cerebrales y compuestos neuroquímicos que desempeñan un papel relevante en la experiencia amorosa.
Regiones Cerebrales Involucradas
• Área Tegmental Ventral (VTA): Situada en el mesencéfalo, esta estructura es fundamental dentro del sistema de recompensa cerebral. Su activación durante el enamoramiento propicia la liberación de dopamina, generando sensaciones placenteras y reforzando el deseo de buscar la proximidad de la persona amada.
• Núcleo Accumbens: Esta región representa un componente central del circuito de recompensa. Se activa ante estímulos románticos y sexuales, produciendo sensaciones de euforia, deseo y placer.
• Corteza Prefrontal: Asociada con la toma de decisiones, la planificación y el autocontrol, influye en el compromiso a largo plazo y en la capacidad para evaluar racionalmente a la pareja, además de contribuir a la inhibición de emociones negativas, facilitando el vínculo afectivo.
• Ínsula Anterior: Encargada del procesamiento emocional, la empatía y las sensaciones corporales. Su activación se observa tanto en situaciones de amor apasionado como al pensar o contemplar a la pareja romántica, integrando respuestas emocionales intensas.
• Hipocampo Posterior: Vinculado con la memoria y el aprendizaje, favorece la consolidación de recuerdos emocionales y contribuye a la construcción del “mapa del amor”, es decir, de las características ideales de la pareja.
Neuroquímicos Clave
• Oxitocina: Denominada la “hormona del amor”, se libera durante el contacto físico (abrazos, caricias, relaciones sexuales), promoviendo la confianza, la intimidad y el desarrollo del apego afectivo.
• Vasopresina: Regula conductas sociales, la monogamia y la formación de vínculos duraderos. Estudios en especies monógamas han demostrado su relevancia en el establecimiento de lazos de pareja estables.
• Dopamina: Fundamental en el sistema de recompensa, se libera en situaciones gratificantes, generando motivación, deseo, euforia y reforzando el comportamiento amoroso.
• Serotonina: Su función principal es la regulación del estado de ánimo. En las etapas iniciales del amor romántico, sus niveles tienden a disminuir, lo que puede contribuir a la aparición de pensamientos obsesivos y persistentes característicos del enamoramiento.
Conclusión
El amor se sostiene en un sistema neurológico especializado que integra circuitos de recompensa, procesamiento emocional, memoria y regulación del comportamiento social. A lo largo de las distintas etapas del vínculo amoroso (pasional, afectivo, comprometido), se identifican patrones específicos de activación cerebral y perfiles neuroquímicos que evolucionan con el transcurso del tiempo.
Referencias
• Aron, A., Fisher, H., Mashek, D. J., Strong, G., Li, H., & Brown, L. L. (2005). Reward, motivation, and emotion systems associated with early-stage intense romantic love. Journal of Neurophysiology, 94(1), 327–337. https://doi.org/10.1152/jn.00838.2004
• Bartels, A., & Zeki, S. (2000). The neural basis of romantic love. Neuroreport, 11(17), 3829–3834. https://doi.org/10.1097/00001756-200011270-00046
• Fisher, H. E., Aron, A., & Brown, L. L. (2006). Romantic love: a mammalian brain system for mate choice. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 361(1476), 2173–2186. https://doi.org/10.1098/rstb.2006.1938
• Young, K. A., Gobrogge, K. L., Liu, Y., & Wang, Z. (2011). The neurobiology of pair bonding: insights from a socially monogamous rodent. Frontiers in Neuroendocrinology, 32(1), 53–69. https://doi.org/10.1016/j.yfrne.2010.07.006