22/12/2025
Desde la psicología, no se trata de si está “bien” o “mal”, sino de afecto, desarrollo y respeto (Bowlby, 1988; Ainsworth, 1979).
En la primera infancia, el contacto afectivo ayuda a crear un vínculo seguro. Sin embargo, besar en la boca no es necesario para un desarrollo emocional saludable. Abrazos, caricias y palabras también comunican amor y seguridad.
A medida que los niños crecen, es importante enseñar límites corporales y consentimiento. El mensaje debe ser claro: tu cuerpo es tuyo y puedes decir “no” a cualquier contacto, incluso con mamá o papá (American Academy of Pediatrics, 2018).
Desde el desarrollo psicosexual, el bienestar del menor depende de que el afecto sea acorde a su etapa de desarrollo y de una clara diferenciación de roles (Kellogg, 2009; Friedrich, 2007).
El amor sano no invade, acompaña.
Dra. Malvaliz