18/08/2025
Salir del uso de sustancias es un proceso complejo y difícil porque no se trata solo de “dejar de usar”, sino de una combinación de factores biológicos, psicológicos, sociales y espirituales que influyen en la vida de la persona. Te lo resumo en varios puntos:
1. Cambios en el cerebro:
Las sustancias alteran la química cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la recompensa, la motivación y el control de impulsos. Esto hace que el cerebro “aprenda” a depender de la sustancia para sentir placer o simplemente para sentirse normal.
2. Síntomas de retirada:
Cuando la persona deja de usar, aparecen síntomas físicos y emocionales intensos (ansiedad, insomnio, dolores, depresión, irritabilidad) que llevan a querer volver a usar para aliviarlos.
3. Factores emocionales y psicológicos:
Muchas veces el uso comienza como una forma de escapar de heridas, traumas, ansiedad, depresión o estrés. Sin esas herramientas, la vida se siente más difícil y vulnerable.
4. Entorno y presión social:
El ambiente influye mucho. Si la persona sigue rodeada de lugares, personas o situaciones ligadas al uso, es más difícil romper con el patrón.
5. Estigma y soledad:
El miedo al juicio o la vergüenza puede hacer que la persona no busque ayuda, lo que la mantiene atrapada en silencio.
6. Necesidad de un proceso integral:
La recuperación no se limita a dejar la sustancia; implica sanar heridas emocionales, desarrollar nuevas formas de manejar el dolor y el estrés, reconstruir relaciones y encontrar un propósito de vida.
En pocas palabras: no es falta de fuerza de voluntad, es una condición de salud que requiere apoyo médico, psicológico, espiritual y social. 🍃🐛🦋