
28/07/2025
Hay dolores que no se curan con pastillas.
Se repiten… se arrastran… se silencian…
Hasta que gritan. 😩
🔸 Un dolor físico que aparece sin explicación médica clara.
🔸 Un agotamiento crónico que no se alivia con descanso.
🔸 Una ansiedad o tristeza que te acompaña desde hace años.
Ese malestar —emocional o físico— no es castigo, ni casualidad.
Es una señal.
Una puerta que se abre para mostrarte lo que no ha sido mirado, sanado o expresado. 💔
En constelaciones familiares sabemos que el dolor puede tener raíces muy profundas, y que quizás no inició contigo. Puedes estar cargando historias de mujeres u hombres de tu sistema que no tuvieron permiso de sentir, de hablar, de llorar, de elegir.
Y cuando tú hoy enfermas, te duele el cuerpo o se repite una emoción sin razón aparente…
Quizás es una herida antigua que pide luz.
Tu cuerpo no te traiciona.
Tu cuerpo te protege.
Y cuando ya no puede más… te avisa.
✨ Herramienta para comenzar a mirar el dolor:
Cada vez que aparezca un síntoma, en lugar de pelearte con él o juzgarlo, cierra los ojos, respira profundo y pregúntale:
👉 “¿Qué me estás queriendo mostrar que aún no he visto?”
👉 “¿Este dolor podría estar intentando protegerme de algo?”
👉 “¿Este dolor se parece al de alguien de mi familia?”
Escucha. Observa. Honra lo que aparece.
El cuerpo guarda, pero también revela, y sanar, muchas veces, empieza por dejar de ignorarlo.
En una constelación online trabajamos lo que hoy pesa o se repite en tu vida, y lo llevamos al campo terapéutico para que emerja el orden que tu sistema necesita.
No se trata de forzar nada, ni de prometer milagros, sino de abrirte a una comprensión profunda que muchas veces no llega desde la mente, sino desde el alma.✨
Si estás lista para ver de frente ese dolor o enfermedad y quieres acompañamiento para lograrlo, escríbeme y te cuento más sobre mis sesiones de constelación familiar.💖