19/09/2025
Esto es algo que como psicólogo, que como profesional de la salud mental, no me voy a cansar de repetir, y que voy a decir cada vez más fuerte y claro: la violencia que sufren las mujeres en Paraguay no tiene que ver con problemas de salud mental. Tiene que ver con nuestra cultura profundamente machista.
El machismo no es solo un insulto o una palabra vacía. El machismo es una creencia: la idea de que los hombres somos superiores a las mujeres, y que por eso tenemos derecho a someterlas, controlarlas y hacer con ellas lo que queramos. Esa ideología está tan naturalizada que muchos ni siquiera la cuestionan, pero se expresa en cada gesto, cada broma, cada “así son las cosas”.
Esa raíz machista se traduce en diferentes tipos de violencias: desde los comentarios y las burlas, pasando por los controles, los celos, las humillaciones, hasta llegar a la violencia física y los feminicidios. Nada de esto es casualidad, todo responde a la misma cultura que justifica y alimenta la idea de la posesión de los cuerpos y de las vidas de las mujeres.
Tenemos que entenderlo: este no es un problema individual, no es un problema médico ni psicológico. Es una problemática social y cultural. Su raíz está en cómo fuimos educados, en lo que nos transmitió esta cultura machista, y si no lo reconocemos con urgencia nunca vamos a arrancar el problema de raíz. Cualquier otro intento que no toque esta base, solo hará que la violencia siga repitiéndose.
Por eso, así como empecé este texto, termino repitiendo: es tarea de todos y de todas visibilizar el origen cultural de esta violencia. En nuestras casas, en las redes sociales, en las escuelas, en los trabajos: tenemos que poner este tema sobre la mesa una y otra vez. No hay otro modo de parar la violencia contra las mujeres.
Y los hombres tenemos que ser los primeros en asumirlo: basta ya de enseñar a las mujeres a defenderse de nosotros. Los que tenemos que cambiar somos nosotros. Tenemos que dejar de ser machistas y aprender a relacionarnos con las mujeres como iguales, sin violencia.
Por eso por favor compartí este video, no hay otro modo de parar esta violencia que nombrándola. Y escribí en los comentarios lo que pensás sobre este tema.