CAPPI Centro de Asistencia Psicopedagógica y Psicológica Integral

CAPPI Centro de Asistencia Psicopedagógica y Psicológica Integral CAPPI brinda servicios de diagnóstico y tratamiento de los problemas de aprendizaje, además de ori Atención sólo con reservas de turno.

Escribir ya es la consecuencia de éstas acciones... 👇👇👇
15/07/2025

Escribir ya es la consecuencia de éstas acciones... 👇👇👇

Piensa en positivo y vibrarás muy alto...
15/07/2025

Piensa en positivo y vibrarás muy alto...

Leer una página al día, hacen 365 páginas leidas al año. La lectura enriquece...
15/07/2025

Leer una página al día, hacen 365 páginas leidas al año. La lectura enriquece...

Nunca dejes de escribir, que no te gane la tecnología...!!
15/07/2025

Nunca dejes de escribir, que no te gane la tecnología...!!

Sugerido...
15/07/2025

Sugerido...

Cuando nació Noah, los médicos miraron a su joven padre, Ben, y le dijeron lo impensable:—Tiene síndrome de Down.No podr...
09/07/2025

Cuando nació Noah, los médicos miraron a su joven padre, Ben, y le dijeron lo impensable:

—Tiene síndrome de Down.
No podrás criarlo.
No entenderás los horarios de alimentación.
No sabrás cómo consolar su llanto.
No serás suficiente.

Pero Ben no escuchó.

Abrazó a su recién nacido, le besó la frente y susurró:

—Puede que no lo sepa todo… pero sé cómo amarte.

Y vaya si lo amaba.

Ben lo alimentaba con manos temblorosas, aprendía canciones de cuna tarareando y lo mecía cada noche hasta que salía el sol.
Trabajaba a medio tiempo, doblando servilletas en un restaurante local, ahorrando cada centavo para el futuro de Noah.

Claro, hubo miradas. Susurros.
Algunos padres preguntaban:
—¿Es él… el padre?

Ben simplemente sonreía y asentía con orgullo:
—Es mi hijo. Mi mejor amigo.

Los años pasaron.
Noah creció. Ben envejeció.
Las estaciones cambiaban como páginas en un libro silencioso.

Noah se convirtió en un hombre.
Fuerte. Amable. Exitoso.

La gente decía:
—Resultaste tan bien.

Y él respondía:
—Porque fui criado por alguien que solo veía el mundo con amor.

Pero el tiempo no se detiene.

Primero fueron las llaves.
Luego los nombres.
Y un día, incluso el de Noah.

Ben miró a su hijo a los ojos y preguntó, con voz quebrada:
—¿Eres mi amigo?

Noah le tomó la mano con ternura y le dijo:
—Soy tu hijo. El que criaste. Al que le diste todo.

Ahora, es Noah quien lo alimenta.
Quien lo ayuda a caminar.
Quien le tararea canciones de cuna cuando Ben no puede dormir.

No solo está cuidando a su padre…

Le está devolviendo el favor al hombre que lo crió… dos veces.

Y cuando se toman fotos hoy en día, Noah sonríe ampliamente.
Porque mientras el mundo ve a un anciano con síndrome de Down y a su hijo adulto…

Él ve a su héroe.
Su maestro.
Su corazón.

¿Cómo manejo un berrinche sin gritar? ❌😥Manejar un berrinche sin gritar ni castigar es totalmente posible, aunque desafi...
29/06/2025

¿Cómo manejo un berrinche sin gritar? ❌😥

Manejar un berrinche sin gritar ni castigar es totalmente posible, aunque desafiante. Aquí tienes una guía práctica paso a paso para esos momentos intensos:



1. Respira tú primero

Antes de actuar, pausa y respira profundamente. Si tú te desregulas, el berrinche escalará. Tu calma es el ancla emocional del niño.



2. Valida sus emociones

Tu hijo no está siendo “malo”, está expresando una emoción que no puede regular aún. No necesita juicio, necesita contención.

🗣️ “Veo que estás muy enojado porque querías seguir jugando.”



3. Baja tu voz, acércate

Habla en voz baja, con tono firme pero cálido. Si es seguro, ponte a su altura, ofrécele contacto visual o físico suave (si lo acepta).



4. Ofrece una opción sencilla

Cuando el niño está desregulado, no puede tomar decisiones complejas. Dale una opción clara:

“¿Quieres calmarte en el sillón o en la alfombra con tu peluche?”



5. Evita sermones o amenazas

Durante el berrinche el cerebro no razona, solo reacciona. Guardemos las enseñanzas para después, cuando estén calmados.



6. Sé constante y firme sin castigar

Establecer límites no requiere castigo. Puedes contener con amor y seguir firme:

“No voy a dejar que pegues. Estoy aquí para cuidarte.”



7. Crea una rutina para calmarse

Puedes tener un “rincón tranquilo” con libros, peluches, una manta. No es castigo: es un espacio de autorregulación.



8. Después del berrinche, acompaña

Cuando ya esté calmado, hablen sobre lo que pasó y cómo manejarlo mejor la próxima vez.

“Estabas muy molesto. ¿Qué podemos hacer cuando nos sentimos así?”



💡 Recuerda:
• Los berrinches son normales en la infancia.
• No son una falla de crianza, sino una oportunidad de enseñar habilidades emocionales.
• El verdadero aprendizaje ocurre cuando tú modelas la regulación emocional.

Seamos como un capibará...
29/06/2025

Seamos como un capibará...

Dicen que el capibara no le tiene miedo a nada… pero no porque sea un héroe.

Es porque no se mete con nadie.
No compite.
No discute.
No se acelera.

Camina como quien ya entendió que el mundo no se detiene… pero tampoco vale la pena correr.

Anda entre cocodrilos como quien saluda al vecindario.
Pasa junto a jaguares como si fueran compañeros del colegio.
Y nadie lo ataca.
Nadie lo ve como enemigo.
Nadie lo toca.

¿La razón?
No porque sea el más fuerte, sino porque no representa una amenaza.
Porque su energía no agrede, no alborota, no intimida.

El capibara no se impone.
Fluye.
No necesita levantar la voz para hacerse notar.
Tiene esa calma que no exige espacio… pero lo ocupa.

Tiene esa presencia que no necesita ruido.
Esa paz que, sin decir nada, te hace respirar más lento.

Y por eso todos lo buscan:
Las aves, los monos, los perros, hasta los que podrían matarlo.
Porque cerca de un capibara, el mundo deja de parecer tan hostil.

No es que sea invencible.
Es que no da motivos para el conflicto.
Y eso, en un mundo donde todos están listos para pelear, es un superpoder.

No odia.
No se ofende.
No se toma nada personal.

Solo vive.
Con pausa.
Con alma.
Con dignidad.

Y a veces, no necesitamos ser más fuertes…
Solo aprender a caminar como él:
Sin miedo.
Y sin ganas de demostrar nada.

La superación...
29/06/2025

La superación...

HISTORIA DE VIDA Y SUPERACIÓN
“Empecé vendiendo empanadas con una olla prestada… hoy tengo y ninguno es ni será de mis ”, afirmó doña Elvira Vargas.
Fui madre soltera y toda mi vida trabajé para mis 3 hijos, cada peso que ganaba era para ellos, para sus estudios porque yo soñaba con que los tres fueran profesionales ¡Y lo logré! pero a mis 58 años la pensión no alcanzaba, entre comida y medicinas. Mis hijos no aparecían, cada uno ya con sus familias, con sus títulos, con sus trabajos y siendo exitosos no me ayudaban. Y los vecinos ya se cansaban de prestarme, de fiarme, de cuidar a una vieja que no era ni de su familia mucho menos su responsabilidad. Un día agarré prestada una olla vieja, compré medio kilo de carne y empecé a preparar empanadas como me enseñó mi abuela. Salí a vender en la esquina con una canasta prestada. Nadie me conocía, pero cuando probaron la primera, un joven me dijo: “Señora, ¿mañana vuelve?” Esa frase… me salvó la vida.
Vendía 20 al principio. Luego 40. Después una señora me prestó una mesa y puse una sombrilla. Me decían “la abuela de las empanadas”. Llovía y yo seguía ahí. Un día, una mujer joven me grabó para TikTok sin yo saber. El video se volvió viral. A los dos días, tenía fila esperando las empanadas. Así nació “Doña Elvira Tradicional”, la marca que yo jamás imaginé tener.
Con la ayuda de una vecina contadora, legalicé todo. Abrí mi primer local chiquito solo con lo justo. Y cuando por fin empecé a contratar, no busqué chefs famosos… busqué madres solteras, abuelas, mujeres que sabían de sabor, de guerra, de sacrificio. Hoy tengo seis restaurantes, vendo empanadas congeladas al por mayor, y me invitan a ferias gastronómicas. Todo con la misma receta, el mismo cariño… y la misma olla colgada en la pared como trofeo.
Hace poco, uno de mis hijos me escribió. Me dijo que estaba pasando un mal momento y me preguntó si podía invertir en mi negocio. Le dije: “Lo siento, hijo… aquí no se invierte con dinero. Aquí se cocina con historia, con amor y resiliencia" No tengo rencor, porque son mis hijos y nacieron de mí, pero entendí que la familia a veces no nace… se cocina. Y la vida, cuando más te aprieta, te hace saborear lo que de verdad vale la pena”.

“Yo con mis hijos ya cumplí, los crecí, los eduqué, les di sus profesiones Y ahora casi al final de mi vida sé que mi misión es ayudar a otras mujeres de edad avanzada A quiénes sus hijos o sus familiares las abandonan por ya no considerarlas productivas o necesarias”. Indicó doña Elvira Vargas.
“No subestimes una empanada hecha con hambre… puede ser el comienzo de tu imperio.”

*Mi hijo es capaz* ... Les decimos qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento. Les abrimos el yogur. Les amarramos los zap...
28/06/2025

*Mi hijo es capaz* ...
Les decimos qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento.

Les abrimos el yogur. Les amarramos los zapatos. Les resolvemos todo… por amor, por prisa, por costumbre.

Pero el carácter no se forma desde la obediencia. Se forma desde la acción.
Desde el “yo puedo solo”, aunque me equivoque. Desde la experiencia de decidir, intentar, frustrarse y volver a intentar.

La autonomía no es solo hacer las cosas sin ayuda.

Es sentir que lo que haces importa.
Es saber que tu voz cuenta.
Es descubrirte capaz, no porque alguien te lo dijo, sino porque lo viviste.

¿Qué pasaría si en lugar de sobreproteger, acompañamos desde la confianza?
RF

Un rincón ideal...
21/06/2025

Un rincón ideal...

Importante!!
21/06/2025

Importante!!

Dirección

Avda Del Pueblo ESquare Río Tebicuary
Lambaré

Horario de Apertura

Lunes 08:00 - 20:00
Martes 08:00 - 20:00
Miércoles 09:00 - 20:00
Jueves 08:00 - 20:00
Viernes 09:00 - 20:00
Sábado 08:00 - 11:00

Teléfono

+595981469336

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando CAPPI Centro de Asistencia Psicopedagógica y Psicológica Integral publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Contacto El Consultorio

Enviar un mensaje a CAPPI Centro de Asistencia Psicopedagógica y Psicológica Integral:

Compartir