08/06/2021
Estamos en épocas de bajas temperaturas, empezas a sentir indicios de un resfriado o una molestia en la garganta y decidís que es hora de consumir una cucharada de la deliciosa miel que tenés guardada en el estante, pero al destaparla te das cuenta que esta se solidifico, tiene un aspecto granulado y al parecer se transformó en azúcar, ¡no te preocupes! Es sólo miel cristalizada, no está en mal estado ni significa que se haya estropeado.
De hecho, la cristalización de la miel es un proceso natural de este alimento, ya que, al tratarse de una solución sobresaturada de azúcares, tiende a solidificarse a temperaturas inferiores a los 25ºC, esto no interfiere en absoluto en el sabor ni en la calidad de este producto. Lo único que cambia en este caso es el aspecto del mismo. Pero si la preferís en su estado más líquido, te contamos qué hacer con la miel cristalizada.
¿Por qué se cristaliza la miel?
Una miel cristalizada es a menudo sinónimo de pureza y naturalidad. Al contrario de lo que pueda pensarse, que la miel se vuelva más sólida, en forma de pequeños cristales no necesariamente quiere decir que sea de baja calidad o que se le hayan agregado otros componentes.
La principal causante de la cristalización de la miel es la glucosa, el azúcar natural que reina en este producto recogido del néctar de las plantas. Y es que la miel contiene más cantidad de glucosa de la que puede permanecer en estado líquido, por lo que con el tiempo empiezan a formarse pequeños cristales que van en aumento, hasta que la miel pasa de su estado líquido, a sólido.
¿Cuánto tiempo tarda en cristalizarse la miel?
Existen diversos factores que pueden afectar al tiempo de cristalización de la miel, aunque como decíamos, su contenido en glucosa es el más importante. Así que cuanta más glucosa tenga la miel, más rápido cristalizará. De la misma manera, la miel se hará sólida más rápido conforme menos humedad tenga.
En cambio, cuanta más fructosa contenga la miel, más tiempo tardará en cristalizar.
También la temperatura afecta. Por lo que es más normal que la miel se cristalice más rápido en invierno, con la bajada de temperatura.
Usos de la miel cristalizada
La miel que se ha cristalizado puede seguir utilizándose para los mismos usos que la miel líquida. Por ejemplo, para endulzar bebidas como el café, el té o la leche. Además, si el líquido está caliente, tardará muy pocos segundos en mezclarse con éste.
El único inconveniente que puede tenerse es que sea más complicado medir la cantidad de miel que se utiliza, ya que cuando ésta se cristaliza tendemos a echar más cantidad de miel sin darnos cuenta.
¿Cómo recuperar la miel cristalizada?
Un truco para que la miel no cristalice es mantenerla en un lugar donde las temperaturas no bajen de los 20 grados. Aunque esto tan sólo servirá para que el proceso de cristalización sea más lento.
Si lo que buscas es que tu miel cristalizada vuelva a encontrarse en su estado líquido, podes colocarla en un tarro de cristal e introducirla en una cazuela con agua tibia. Someter la miel al baño maría puede ayudar a que poco a poco recupere nuevamente su estado líquido.
Pero, ¡ojo! Porque calentar la miel a una temperatura que supere los 40ºC puede afectar a sus propiedades y hacer que pierda algunos de sus beneficios para la salud. Así que si es posible, te aconsejamos utilizar un termómetro de cocina y asegurarte que nunca supere los cuarenta grados.
Si no contas con un termómetro, podes llenar el agua a temperatura de ducha, utilizando la mano para comprobar que no quema; o bien utilizar un calienta biberones eléctrico.
Otra opción para calentar la miel y devolverla a su estado líquido es calentar el tarro abierto a media potencia en el microondas durante treinta segundos. Si pasado este tiempo sigue cristalizada, puede repetirse la operación en intervalos de 20 segundos. Revolviéndola siempre para agilizar el proceso.