27/07/2025
Fui a San Miguel a un hospital privado con el mejor médico especialista, me examinó y me dijo que NO TENGO NADA, pero me cobró carísimo ‼️
Dias después, ese mismo paciente viene a la consulta con migo, me comenta su caso y me explica su padecimiento, con lo cual como siempre me llené de interés por investigar más a fondo, en ese momento con mi experiencia de 8 años estaba compitiendo con la experiencia de décadas que tiene aquel especialista. Comienzo a revisar al paciente poco a poco, y en medio del examen físico me doy cuenta de un detalle, un detalle casi imperceptible, un mínimo hallazgo que no me pareció normal, por lo cual me detuve ahí y fui mas acusioso por lo cual mi objetivo ya estaba puesto ahí, y mi experiencia me hizo saber que tenia que realizar un procedimiento sencillo el cual hago muy frecuentemente, un simple "lavado de oídos", termino el procedimiento y SORPRESA, después de haber sacado aquello que no parecía nada, detrás de todo eso había un gran desastre, una extrema infección la cual por semanas había provocado una enorme perforación en la membrana timpánica la cual estaba originando los sintomas de aquel paciente. Con ese simple procedimiento realizamos el diagnóstico definitivo y se inicia el tratamiento adecuado.
Con lo anterior, en ningún momento pretendo demeritar a aquel "especialista", el mensaje aquí es, que debemos ser siempre cuidadosos con los detalles, examinar al paciente, "tocar" al paciente, "oler" al paciente, prestarle la debida atención y explorar todo, aún aquello que parece normal. Porque aquello que a veces parece no ser nada viene a ser algo muy grave, crónico y a veces difícil de tratar y en su defecto puede ser incluso algo que quizá ya no tenga cura, pero en las manos adecuadas y con los objetivos claros podemos llegar hacer la diferencia en todo momento con nuestros pacientes.