
17/08/2025
¿Cuántas veces has dejado de intentar por miedo a fallar?
Vivimos como si el fracaso fuera un monstruo, como si tropezar nos quitara valor. Pero ¿y si te dijera que fracasar también es parte del camino consciente?
La vida es absurda, hermosa y fugaz. Pretender que todo salga perfecto es no entender la danza de estar vivos. Fallar no es un castigo, es una señal de que estás en movimiento.
Desde el mindfulness, aprendemos a estar presentes. Aquí. Ahora. Sin garantía, sin perfección, sin certezas. Solo tú, tu respiración, tus intentos y el regalo de estar vivo un día más.
Así que… si estuvieras a 30 fracasos de tu objetivo, ¿qué tan rápido te gustaría fracasar?
No hay éxito sin tropiezo, ni crecimiento sin riesgo. Lo verdaderamente tonto sería quedarte quieto por miedo a lo inevitable. Porque sí, al final todos vamos a morir, pero no todos se atreven a VIVIR.