09/23/2025
Mi nombre es Celestino López y esta es mi historia.
Todo comenzó en el año 2009, cuando noté una bolita pequeña en mi brazo izquierdo. No le di importancia al principio, pero con el tiempo fue creciendo. Por mi situación económica, fui a pedir ayuda en el sur de Nevada, con la Dra. Edgeworth. Me dijeron que no me preocupara, que era solo una bolita de carne, y me regresaron a casa.
Pasaron los años y la bolita siguió creciendo mucho mas. Como no tengo aseguranza y en Las Vegas se gana muy poco, no podía darme el lujo de ir seguido al médico. Apenas me alcanzaba para vivir.
Hace tres años, el crecimiento fue más notorio. Pasó de parecer una pelota de béisbol a una pelota de fútbol americano. Sentía presión, dolor y cada vez más molestias. Me dijeron que había que operarme, pero como no tenía seguro médico, tenía que pagar todo.
“Consigue alguna ayuda,” me dijeron.
Visité tres hospitales, pero todos me rechazaron. En uno incluso me discriminaron directamente mientras estaba acostado en una cama.
“Aquí no te haremos la cirugía,” me dijeron sin miramientos.
Me mandaban de un hospital a otro, de número en número, todos con la misma pregunta:
“¿Tienes aseguranza?”
Y al decir que no, simplemente no me atendían.
Estuve internado por tres días en un hospital. Pensé que al fin me operarían, pero me enviaron de nuevo al UMC, donde ya me habían rechazado. Me sentía completamente solo, sin ayuda y con un dolor constante.
Me dijeron que lo que tenía podía ser un sarcoma (cáncer), y que debía operarme pronto. El bulto me estorba para trabajar, me arde cuando cocino, me da pulsadas, y siento que se extiende por el pecho, la espalda y hasta cerca del corazón. La doctora me confirmó que el tumor ya estaba ejerciendo presión cerca del corazón.
Todo mi esfuerzo se fue en sobrevivir.
La esperanza volvió cuando la Dra. Edgeworth me recomendó a Cirugía Sin Fronteras.
Me dijo:
“Quiero ayudarte, porque sé que esa bola es peligrosa.”
Y gracias a Dios, CSF me ayudó. Quiero expresar mi más profundo agradecimiento al Dr. Jorge Enríquez, quien finalmente me operó, y a todo el equipo de Cirugía Sin Fronteras y Fundación CSF, que también me brindaron apoyo económico.
Mi cirugía fue realizada en Memorial Hospital. Llegué nervioso, pero todos me trataron con amabilidad y profesionalismo. Me tranquilicé al ver su trato humano.
Gracias por darme una nueva oportunidad de vivir con salud y dignidad.
— Celestino López
Las Vegas, NV