07/20/2023
Dellait Knowledge Center: Importancia de la calidad en los forrajes en dietas de alta producción.
Las vacas lecheras, al igual que otros rumiantes, pueden convertir forrajes y otros alimentos fibrosos en productos de elevada calidad nutritiva como leche y carne. Los forrajes son generalmente la fuente energética más barata para vacas lecheras. Sin embargo, la capacidad de convertir forrajes a leche está limitada por la digestibilidad de las paredes celulares del forraje. En condiciones ideales de alimentación, la digestibilidad de las paredes celulares en el tracto digestivo suele ser menor de 65%.
Una serie de tres estudios llevados a cabo en la Universidad Estatal de Dakota del Sur evaluó diferentes concentraciones de forraje en dietas de vacas lecheras de alta producción en varios estados de lactación. En dietas de vacas al principio de lactación, la mezcla de forraje (consistente en 67- 75% de ensilado de maíz y 25-33% heno de alfalfa sobre materia seca; MS) fue sustituido parcialmente por fuentes de fibra no forrajeras (gluten feed y cascarilla de soja).
En el primer experimento (Manthey y col., 2013), las vacas alimentadas con dietas bajas en forraje (45%) mostraron mayor consumo de MS (26,9 vs. 25,2 kg/día) y produjeron más leche corregida por energía (LCE; 41,9 vs. 40,2 kg/día) que las vacas alimentadas con una dieta elevada en forraje (65%).
Datos similares fueron obtenidos en el segundo estudio llevado a cabo por (Díaz-Royón y col., 2014) en el que se encontraron menores consumos y producción de leche (2,9 y 1,9 kg /día de MS y LCE, respectivamente) cuando dietas con alto contenido (61%) fueron comparadas con dietas en bajo contenido en forrajes (46%).
En vacas lecheras al final de la lactación, Gadeken y col. (2013) reportaron 4 kg menos de leche al día cuando las vacas fueron alimentadas dietas completamente mezcladas con 80% de forraje comparado con vacas alimentadas un 60% (24,1 y 28,1 kg/día, respectivamente).
En estos estudios, a pesar de que las dietas fueron balanceadas para aportar cantidades similares de energía, proteína, almidón y fibra, la calidad del forraje no fue suficiente para mantener la producción de las vacas consumiendo dietas con concentraciones elevadas en forrajes. El principal motivo fue la disminución en el consumo. Las partículas de fibra forrajera permanecen en el rumen mayor tiempo que las partículas no forrajeras, lo que produce un llenado del rumen, y por consiguiente una reducción en el consumo.
En conclusión, las dietas con concentraciones elevadas de forrajes necesitan forrajes de altísima calidad, y periodos de fermentación del silo de maíz de 3-4 meses entes de ser alimentado es una práctica beneficiosa para los productores lecheros.
Las dietas con concentraciones elevadas de forrajes necesitan forrajes de altísima calidad, y es una práctica beneficiosa en dietas de alta producción.