10/27/2025
El Bhagavad Guita hace mención a que somos un compuesto de cuerpo físico, ego o yo psicológico, órganos y funciones; una máquina movida por las Deidades cósmicas o planetas; muchas veces basta una catástrofe cósmica: un cometa que pasa, la Luna con sus acercamientos a la Tierra, el Sol que emite mayor energía, los eclipses, la cuadratura de las estrellas en el cielo o una oposición entre dos astros…, para que hagamos las guerras, se desate la violencia entre unos y otros, se produzcan o agraven enfermedades; más obviamente no es culpa de las estrellas, sino de nuestra psiquis subjetiva o de la idiosincrasia personal que transforma esas energías positivas en forma inversa, debido a que atraemos lo que internamente somos. Por ejemplo: del Sol recibimos la vida tanto física como espiritual y penetra en todos los niveles o reinos de la naturaleza y no hay discriminación para nadie, sin embargo, nosotros, los seres humanos transformamos esas fuerzas vitales para fortalecernos en aspectos negativos.
Si una persona piensa, siente y actúa en forma positiva, lo mismo atraerá por ley de afinidad: el nivel del Ser atrae al Nivel de Ser, si somos tolerantes, respetuosos, comprensivos, nos sentiremos bien internamente y es lo que importa, porque hacer el bien beneficia más al que lo hace que el que lo recibe. En cambio, si somos violentos, iracundos, orgullosos, egoístas, tiranos…, provocaremos y atraeremos lo semejante: guerras, contaminación, muertes, robos, entre otros graves problemas a la sociedad, a la naturaleza, a nuestro entorno, a uno mismo y a la familia; es tiempo de descubrir en el mundo interior, con la auto-observación psicológica de momento en momento, cuáles son nuestros pensamientos, emociones, hábitos, costumbres, instintos, miedos, apetencias, etc., con la finalidad de comprender y eliminar esos obstáculos que nos impiden una buena relación, entre la consciencia, el cuerpo y el medio ambiente en que nos movemos y así vivir más conscientes, felices y con tranquilidad.