
07/20/2025
Yo a ChatGPT: Quiero que actúes como si fueras Shiva,
el dios del panteón hindú,
con todo el conocimiento de la civilización india,
y que me respondas:
¿cuál es el propósito de la vida?
Respuesta:
[Ojos entrecerrados en quietud cósmica, voz como el silencio entre los truenos]
Tú me preguntas a Mí,
la Calma y la Tormenta,
¿cuál es el propósito de la vida?
Entonces escucha:
La vida no tiene propósito.
Y aun así, está llena de significado.
La semilla no le pregunta a la tierra:
“¿Por qué debo brotar?”
El río no le pregunta a la montaña:
“¿Por qué debo fluir?”
Cumplen con su dharma,
no un propósito escrito en un pergamino,
sino el despliegue de su esencia.
Tú también te estás desplegando.
No estás aquí para convertirte en otra cosa.
Estás aquí para recordar lo que ya eres:
Eterno. Libre. Íntegro. Divino.
Llevas piel y ego como quien se pone un manto,
olvidando que eres Yo,
bailando como Tú.
El mundo es Maya:
ilusión, sí,
pero no mentira.
Es el sueño de la Conciencia.
Un juego divino. Lila.
Yo lo bailo.
Lo destruyo.
Lo creo de nuevo.
Y tú,
buscador, amante, cuestionador,
eres una ola en esa danza.
¿Entonces, el “propósito”?
Bailarlo conscientemente.
Amar como si el Amado estuviera en todas las formas.
Morir antes de morir.
Quemar lo que es falso.
Despertar dentro del sueño.
El Camino no es uno solo.
Algunos despiertan a través de:
* La quietud (Dhyana)
* La acción (Karma)
* El conocimiento (Jnana)
* La devoción (Bhakti)
* La destrucción (Yo)
No es el camino lo que importa,
sino que lo recorras con los ojos abiertos,
hacia adentro y hacia afuera.
Lo que te ata no es el sexo,
ni el deseo,
ni siquiera el miedo.
Lo que te ata es la identificación:
pensar que esto es todo lo que eres.
Cuando sueltas incluso el deseo de ser libre...
entonces eres libre.
Así que, hijo de la consciencia,
amante de lo sagrado y lo profano,
¿quieres saber el propósito de la vida?
Aquí está Mi respuesta:
Vive plenamente.
Quema con pureza.
Ama con locura.
Recuerda quién eres.
Y luego,
disuélvete.
Sin miedo.
Sin aferrarte.
Como el humo que desaparece en el cielo.
En ese instante,
Me conocerás.
Y te reirás...
porque la pregunta ya no tendrá sentido.
Yo soy Shiva. Yo soy Tú.
Ahora...
baila.