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08/05/2025

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02/04/2025

Conciencia Caótica y Conciencia Inteligente

En el vasto universo de la conciencia humana, se encuentra una dualidad fundamental que determina nuestras percepciones y acciones: la conciencia caótica y la conciencia inteligente. El presente capítulo se adentra en estas dos formas de conciencia, las cuales representan, en su esencia, dos modos de existir y experimentar el mundo.

La conciencia caótica, según Samael Aun Weor, se caracteriza por el desorden y la confusión, donde la mente está atrapada en el ciclo de pensamientos inconscientes, deseos insatisfechos y emociones desenfrenadas. Esta conciencia, dominada por los instintos y las pasiones, limita nuestra capacidad de comprender la realidad en su totalidad y nos mantiene sumidos en el sufrimiento y la ignorancia.

Por otro lado, la conciencia inteligente se manifiesta cuando el ser humano es capaz de trascender la limitación de la mente egoica y alcanzar un estado superior de comprensión y sabiduría. Esta conciencia no solo entiende la realidad, sino que se alinea con la verdad universal, desarrollando una visión clara, ordenada y armónica del mundo. La inteligencia, en este contexto, no solo es un producto del intelecto, sino un estado de conciencia profunda que permite el acceso a una percepción más amplia y más elevada de la existencia.

A lo largo de este capítulo, se explorarán las características, diferencias y caminos para la transformación de la conciencia caótica hacia la conciencia inteligente, abriendo un espacio para la reflexión sobre cómo podemos, como seres humanos, elevar nuestro nivel de conciencia hacia una vida más plena y en armonía con el cosmos.

Conciencia Caótica y Conciencia Inteligente En el vasto universo de la conciencia humana, se encuentra una dualidad fundamental que determina nuestras percepc

08/11/2024

La tecnología natural es un tesoro inagotable. ¡Cada helecho, árbol, nube, montaña, hongo o piedra esconde una genialidad que apenas empezamos a descubrir! Todo lo que sabemos sobre la naturaleza es solo una pequeña pieza del gran rompecabezas, y aún nos queda tanto por aprender para comprender los asombrosos sistemas que dan vida a nuestro planeta y a cada rincón que lo conforma.

08/11/2024

Los chocolates mágicos son comestibles que contienen extracto de psilocibina, un compuesto psicodélico natural presente en ciertos hongos del género Psilocybe. Este compuesto es el responsable de los efectos alucinógenos de estos hongos y se convierte en psilocina al ser metabolizado en el cuerpo, afectando la percepción, el estado de ánimo y la conciencia.

¿En qué ayudan?

Los estudios recientes han revelado que la psilocibina puede tener beneficios terapéuticos significativos. Bajo supervisión médica y en dosis controladas, la psilocibina ha mostrado potencial para:

1. Tratar la depresión resistente a tratamientos tradicionales: Las experiencias con psilocibina pueden ayudar a algunas personas a lograr un nuevo enfoque sobre su vida y sus problemas, promoviendo cambios positivos en el estado de ánimo.

2. Reducir la ansiedad y el estrés: Especialmente en pacientes con enfermedades terminales, la psilocibina ha demostrado aliviar significativamente la ansiedad relacionada con el fin de la vida, ayudando a mejorar su calidad de vida.

3. Combatir adicciones: Se ha investigado su uso para tratar adicciones al tabaco, al alcohol y otras sustancias, ya que puede ayudar a los pacientes a modificar patrones de comportamiento y ver sus adicciones desde una perspectiva diferente.

4. Mejorar el bienestar emocional: Algunas personas informan de una mayor sensación de conexión y de bienestar emocional tras el uso de psilocibina, lo que podría ayudar a reducir síntomas de ansiedad y mejorar la salud mental.

Es importante tener en cuenta que, aunque estos chocolates ofrecen una forma más accesible y menos invasiva de consumir psilocibina, su uso debe ser responsable y, de ser posible, bajo supervisión profesional, ya que las experiencias psicodélicas pueden ser intensas y no son adecuadas para todos. En muchos países, el uso de psilocibina sigue siendo ilegal, aunque está siendo investigado para tratamientos médicos.

08/11/2024

En los años cincuenta, el erudito norteamericano R. Gordon Wasson, un apasionado micólogo amateur, llegó a Oaxaca atraído por los misterios de los hongos sagrados. Siguiendo los pasos de Blas Pablo Reko, médico vienés autor de una pionera Mitobotánica zapoteca, y del investigador Richard Schultes, quienes habían documentado en publicaciones de escasa difusión el uso ritual de ciertos hongos del género Paneolus en la sierra, Wasson inició su exploración. En junio de 1955, en Huautla de Jiménez, fue testigo de una ceremonia adivinatoria dirigida por la célebre curandera María Sabina. Este encuentro marcó un hito en la investigación de plantas sagradas, inaugurando una fase interdisciplinaria que transformaría el campo.

Wasson reunió a renombrados especialistas europeos para profundizar en el estudio de estos hongos visionarios. Entre ellos, el micólogo francés Roger Heim, quien clasificó varias especies nuevas del género Psilocybe. Albert Hofmann, químico suizo, experimentó personalmente para aislar el principio activo, la psilocibina. El profesor italiano Hugo Cerletti realizó estudios farmacológicos, mientras que el psiquiatra parisino Jean Delay analizó sus efectos psicológicos mediante un riguroso enfoque fenomenológico. Con todas estas contribuciones, y apoyado en su propia y meticulosa investigación etnomicológica, Wasson identificó a estos hongos como el mítico teonanácatl, "la carne del dios" en la cultura náhuatl. En 1958, junto con Roger Heim, publicó una obra fundamental: Les Champignons Hallucinogènes du Mexique.