
07/09/2025
📌Cuando el peligro empieza al intentar huir…
Muchos de los feminicidios no ocurrieron porque las víctimas “aguantaron demasiado” o “no se fueron antes”, sino porque intentaron salir y romper con ese ciclo que las destruía emocional y físicamente. Porque trataron de buscar libertad, seguridad, paz.
Uno de los momentos más peligrosos para una mujer que sufre violencia doméstica es precisamente cuando decide dar el paso de irse. En ese instante, el agresor siente que pierde el poder y el control, y es ahí donde el riesgo se multiplica. La violencia doméstica no tiene que ver con el amor. Tiene que ver con el control y cuando ese control se pone en juego, el agresor puede volverse aún más peligroso.
Por eso, salir de una relación violenta no es solo una decisión: también debe ser una salida cuidada, acompañada, planificada y protegida. Es fundamental tener un plan de seguridad, contar con redes de apoyo y con espacios libres de juicio. No repitamos frases vacías ni culpabilicemos a quienes sobreviven esta situacion. Pongámonos en sus zapatos desde sus vivencias, no desde nuestros privilegios. Escuchemos, acompañemos, creamos. Rompamos con los mitos que perpetúan el silencio y que impiden a tantas mujeres pedir ayuda. Hagamos que cada víctima sepa que no está sola. Que cuando hable, habrá alguien que la escuche sin juzgar y le extienda esa mano que tanto necesita. Cada acto de empatía y solidaridad puede salvar vidas.
Por: Natasha L. Campos Santos
Trabajadora Social Clínica
Grupo de Apoyo de la OPDH, Inc.
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