
09/29/2025
El CEREBRO, EL INTESTINO Y EL CORAZON :
están interconectados en un sistema complejo, donde el nervio vago y las señales químicas transmiten información entre ellos. La comunicación puede afectar la salud cardiovascular (presión arterial, colesterol), la salud mental (estado de ánimo) y viceversa. El microbioma intestinal juega un papel clave al producir sustancias que influyen en esta conexión, afectando la función cerebral y la salud del corazón.
✅ Eje cerebro-intestino-corazón
- Cerebro e intestino: Existe una conexión física a través del nervio vago y química a través de neurotransmisores y hormonas. Las bacterias intestinales producen sustancias químicas (neurotransmisores y ácidos grasos de cadena corta) que pueden afectar directamente al cerebro.
- Cerebro y corazón: El cerebro envía señales al corazón a través del nervio vago, regulando la frecuencia cardíaca y otras funciones. El corazón también envía señales al cerebro, influyendo en la percepción y la cognición, lo que puede crear una comunicación bidireccional significativa.
- Intestino y corazón: La salud intestinal está vinculada a la salud cardiovascular. Un desequilibrio en las bacterias intestinales puede afectar el colesterol y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta.
✅ Cómo funciona
- Nervio Vago: Actúa como un "cable telefónico" entre el cerebro y el intestino y el corazón. Monitorea el estado de los órganos y transmite esa información al cerebro.
- Microbioma Intestinal: Las bacterias beneficiosas en el intestino producen moléculas químicas (neurotransmisores y ácidos grasos de cadena corta) que pueden influir en la función cerebral.
- Señales Químicas: Las hormonas y otros productos químicos producidos en el intestino pueden llegar al cerebro y afectar el estado de ánimo, el comportamiento y la función cognitiva.
- Influencia Mutua: Una salud intestinal diversa y un equilibrio en el microbioma pueden influir positivamente en el estado de ánimo y la cognición.
✅ La importancia del equilibrio
Mantener un microbioma intestinal diverso a través de una dieta saludable y manejar el estrés puede mejorar la conexión cerebro-intestino-corazón, beneficiando la salud mental y física.