
07/26/2025
En 8 años de servicio he acompañado a más de 3,000 personas, de las cuales cientos de empresarios, ejecutivos de alto nivel, emprendedores, psicólogos, psiquiatras. He conocido mentes brillantes, excelentes técnicos, expertos en su área.
Todos tenían algo en común : todos aprendieron a ocupar una función, ejercer una profesión, dirigir un negocio… pero no aprendieron a dirigir su energía.
Conforme va creciendo el trabajo, las responsabilidades, el negocio, surge mas complejidad y por ende más problemas. Más exposición a energías densas y negativas.
Y cuando se acumulan, en el trabajo o en sus relaciones, es ahí donde muchos tropiezan.
No es que no sean capaces, es que no son dueños de su energía.
Y esto es lo que termina costando tu salud física y mental, tus relaciones y a veces los resultados de la empresa.
Una emoción (positiva o negativa) es energía en movimiento y tiene el poder tanto de crear como destruir. Esta energía no eres tú; pero es una información y a la vez un motor para ti, para servir tu mayor bien.
La calidad de interpretación de esta emoción y la dirección que le darás impactará directamente tu destino.
De ti depende, retomar tu poder y crear este destino.
Guarda este post para después y recordar que ante cualquier problema, primero cuida tu energía.