08/09/2025
La resonancia Schumann y el cambio vibracional del planeta
La resonancia Schumann es como el “latido” electromagnético de la Tierra. Es una frecuencia natural generada entre la superficie del planeta y la ionosfera, que históricamente ha estado alrededor de 7.83 Hz. Este pulso actúa como una especie de “marcapasos” para todos los seres vivos, ya que nuestro cerebro y sistema nervioso también vibran en rangos similares, especialmente en estados de calma y meditación.
En las últimas décadas, se han registrado variaciones y aumentos inusuales en esa frecuencia. Estos cambios pueden estar relacionados con transformaciones planetarias: actividad solar, alteraciones magnéticas y, según algunas corrientes espirituales, un proceso de elevación vibracional que afecta a toda la vida en la Tierra.
Cuando la vibración del planeta sube, el cuerpo humano y su campo energético también necesitan adaptarse. Si no lo hacemos, podemos experimentar síntomas como cansancio extremo, ansiedad, desorientación, insomnio o incluso enfermedades crónicas, porque nuestro sistema energético se queda “desfasado” con respecto a la nueva frecuencia terrestre.
Para alinearnos con este cambio y elevar nuestra vibración, es esencial:
1. Cambiar la forma de pensar: dejar pensamientos negativos repetitivos, juicios y miedo, y sustituirlos por gratitud, amor y confianza.
2. Cuidar el cuerpo: alimentación más natural, hidratación adecuada, contacto con la naturaleza y descanso profundo.
3. Practicar la coherencia corazón-mente: meditación, respiración consciente y actividades que nos conecten con la paz interior.
4. Soltar lo que no resuene: relaciones, hábitos y entornos que drenan energía o nos mantienen en frecuencias bajas.
5. Escuchar al cuerpo: respetar sus señales en lugar de forzarlo a un ritmo artificial.
En pocas palabras: la Tierra está afinando su instrumento y nosotros somos parte de la orquesta. Si nos resistimos al cambio y seguimos vibrando bajo (miedo, ira, estrés), nuestro “sonido” interno se desajusta y aparece el desequilibrio físico, emocional y mental. Si, en cambio, nos adaptamos y elevamos nuestra vibración, podemos vivir este proceso como una expansión de conciencia y bienestar.