10/08/2025
El único ser humano que ha nacido y permanecido sin pecado, porque así Dios lo permitió, es una mujer, la Virgen María
Esta pureza y fidelidad total a Dios hacen de ella un modelo espiritual para todo hombre y mujer.
Modelo de fe y confianza en Dios:
Su disposición a confiar plenamente en Dios, incluso sin tener todas las respuestas, es un ejemplo de fe profunda. Nos Invita a confiar en Dios en medio de la incertidumbre y los desafíos.
Refuerza el gran valor espiritual y humano de la mujer en la historia de la salvación.
Humildad y servicio:
María no buscó protagonismo. Estuvo presente de manera silenciosa, activa y fiel. Su vida es un testimonio de servicio y entrega al prójimo.
Enseña que la grandeza está en servir con amor.
Pureza y fortaleza:
María es símbolo de pureza, pero no como fragilidad, sino como fortaleza interior. Vivió una vida íntegra en un mundo lleno de dificultades. Ser íntegro no significa ser perfecto, sino vivir con coherencia y rectitud. Es un modelo de dignidad, fuerza y libertad interior.
Presencia silenciosa, pero transformadora:
Nos enseña el valor de la escucha, la intercesión y la presencia compasiva. El amar y servir no siempre es visible para todos, pero puede ser profundamente transformador.
Bendita Virgen María, eternamente gracias 🙏