08/19/2023
Vegetales:
Llena aproximadamente la mitad del plato con una variedad de vegetales no almidonados, como brócoli, espinacas, zanahorias, coliflor, pimientos y más. Estos alimentos son ricos en fibra y nutrientes, y tienen un bajo contenido de carbohidratos.
2. Proteínas:
Dedica un cuarto del plato a las proteínas magras como pollo, pavo, pescado, carne magra, huevos o legumbres. Las proteínas ayudan a mantener la saciedad y estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.
3. Granos y almidones:
La otra cuarta parte del plato puede llenarse con granos enteros o almidones saludables, como arroz integral, quinua, pasta integral, batatas o pan integral. Es importante controlar el tamaño de la porción para evitar un aumento brusco en los niveles de glucosa en la sangre.
4. Grasas saludables:
Acompaña tu comida con fuentes saludables de grasa, como aceite de oliva, aguacate, nueces o semillas. Aunque estas deben ser consumidas con moderación, las grasas saludables son esenciales para la salud general y pueden ayudar a ralentizar la absorción de carbohidratos.
Además de esta división en el plato, es importante tener en cuenta el control de las porciones y la elección de alimentos con bajo índice glucémico, es decir, aquellos que no aumentan rápidamente el azúcar en la sangre. También es esencial mantenerse bien hidratado y considerar la frecuencia de las comidas para evitar fluctuaciones extremas en los niveles de azúcar en la sangre.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es fundamental trabajar con un profesional de la salud, como un médico o un dietista, para crear un plan de alimentación personalizado que se adapte a tus necesidades y objetivos específicos.