12/07/2025
A veces es difícil buscar a Dios en un mundo lleno de maldad.
La gente te juzga, te señala y solo recuerda tus errores, aunque hayas cambiado. Pero yo he aprendido algo: si mantengo mi mirada en Cristo, encuentro la fuerza que necesito para seguir adelante.
El Espíritu Santo me sostiene cada día, especialmente cuando el enemigo intenta atacarnos a través de lo más valioso: la familia.
Pero incluso en medio de esas batallas, Dios sigue siendo fiel.
Si hoy te sientes juzgado, cansado o incomprendido, recuerda:
Dios mira tu corazón, no tu pasado.
Sigue adelante. No estás solo.