11/15/2025
Mujer… hay algo en esta película que te toca el alma sin que tú misma lo notes.
Y no es la ciencia, no son los experimentos, no es la fantasía.
Es la criatura.
Ese ser que nace sin pedirlo, que abre los ojos al mundo sin saber quién es, que busca un abrazo y recibe miedo, que quiere pertenecer… y lo único que encuentra es rechazo.
Y te cuento algo desde mi voz, desde lo que yo veo cada día en ustedes:
La criatura no era mala.
Era una herida viva.
Una herida que nadie quiso comprender.
¿Y cuántas mujeres viven así…?
Con cicatrices emocionales que no escogieron, con vacíos que nadie se detuvo a mirar, con un corazón que lo único que pidió fue ternura… y terminó siendo juzgado por su forma de sentir.
Lo que Del Toro muestra no es horror.
Es dolor humano.
Es lo que pasa cuando un alma nace pura… pero el mundo la etiqueta antes de conocerla.
La criatura, igual que muchas de ustedes, solo quería algo muy simple pero profundamente humano:
que alguien la mirara sin miedo,
que alguien viera más allá de sus días difíciles,
que alguien entendiera que detrás de su silencio había una historia que dolía.
Pero en vez de compasión, recibió distancia.
Y así pasa, mujer: cuando una alma es herida demasiadas veces, empieza a defenderse con la misma oscuridad que la lastimó.
Y eso no la hace mala.
La hace humana.
Guillermo del Toro no creó un monstruo.
Creó un espejo.
Uno donde tú también puedes verte: cuando te has sentido sola, no escuchada, no suficiente… cuando has intentado amar, pero el mundo no supo qué hacer con tu forma de sentir.
La verdadera tragedia de Frankenstein no es la criatura.
Es la soledad.
Es la mirada que se aparta.
Es el “no te entiendo” que se dice sin palabras.
Es el abandono emocional que transforma inocencia en furia, y ternura en desconfianza.
Y yo, como hombre, como médico, como alguien que te habla desde el respeto… no puedo evitar preguntarme:
¿Cuántas veces hemos sido parte de esa herida?
¿Cuántas veces alguien solo necesitaba comprensión… y no la supimos ofrecer?
Porque los “monstruos” no nacen.
Se fabrican con rechazo, con silencio, con amor negado.
El mensaje de la película es claro, mujer:
No huyas de lo que duele.
No te escondas de lo que te confunde.
No creas que tus heridas te vuelven indigna.
Porque tú no eres un error.
No eres una creación fallida.
No eres lo que otros te hicieron creer.
Tú eres humana.
Y eso basta. 🥀
