
07/23/2025
Vive para ti, que a los otros se les olvida rapidísimo lo que hiciste por ellos. Hoy te aplauden, mañana te cuestionan. Hoy te buscan, mañana te ignoran. Y no es maldad, es naturaleza humana. Cada quien está tan metido en su mundo, en sus problemas, en sus intereses… que no siempre recuerdan lo que diste, lo que dejaste, lo que aguantaste por estar ahí.
Por eso aprende a no depender del reconocimiento. A no medir tu valor por el agradecimiento de los demás. Haz las cosas porque te nacen, no porque esperas algo a cambio. Da, sí, pero sin vaciarte. Ayuda, claro, pero sin olvidarte de ti. Porque si tú no te cuidas, nadie lo va a hacer por ti.
Vivir para los demás suena noble, pero puede ser una trampa si te hace olvidarte de quién eres y de lo que necesitas. Al final, quien de verdad te valora no te exige, te acompaña. No te usa, te cuida. Y quien no… te va a soltar igual, aunque lo hayas dado todo.
Así que vive para ti. No desde el ego, sino desde el amor propio. Porque tu paz no puede depender de una memoria ajena.
Acción poética Canadá.