26/04/2024
La aparición de omeprazol, según explica el experto, supuso una auténtica revolución en el tratamiento de las úlceras gástricas y la hernia de hiato, que son sus principales indicaciones. Para los primeros, porque las lesiones en el estómago generaban tanto dolor y tan a menudo que la dolencia mermaba enormemente su calidad de vida. «Era un drama. La gente solía decir 'tienes cara de ulceroso' porque los afectados realmente vivían amargados». El mayor avance supuso, sin embargo, en el tratamiento de la hernia de hiato, cuya principal terapia era una cirugía que daba muy malos resultados. «Yo he visto a muchas personas, incluso gente joven, fallecer en el quirófano, porque era un procedimiento muy agresivo», recuerda Estévez.
Los resultados obtenidos con el fármaco han sido «tan buenos en todos estos años» que los médicos «comenzaron a recetarlo de manera abusiva para la prevención» -fundamentalmente de estas dolencias, aunque también de otras, como la acidez estomacal- y los pacientes a consumirlo de igual modo. La organización Kaiser Permanente, proveedora de servicios en Estados Unidos y referencia mundial en la gestión sanitaria, decidió evaluar los riesgos para la salud del consumo a largo plazo de este medicamento; y los resultados del estudio es lo que publica la revista de la asociación de médicos americana, por sus siglas en ingles, 'JAMA'.
Los investigadores querían comprobar si, como se sospechaba, la ingesta prolongada de omeprazol provoca carencia de una vitamina llamada B12 o cobalamina, que es básica en el crecimiento de la persona y fundamental para el normal desarrollo del sistema nervioso. Una alimentación equilibrada permite obtener esta sustancia de la carne, sobre todo, pero también del pescado, la leche y el hígado. Sin embargo, muchas personas mayores presentan déficit de vitamina B12, que se manifiesta por la aparición de fatiga, cansancio, diarreas o úlceras en la boca, «síntomas tan comunes que pueden despistar al médico».
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