02/08/2019
Ya seas directivo, docente o padre, tenés que saber que es muy difícil aprender bajo situaciones de miedo o amenaza.
Si la autoridad se concentra en señalar errores, seguramente se creará un ambiente tenso, poco favorable para que las potencialidades puedan visibilizarse. Como directivos (o docentes) tenemos la responsabilidad de cuidar el clima institucional creando ambientes emocionalmente positivos. Las emociones de miedo o angustia afectan el funcionamiento cognitivo-ejecutivo.
Cuando una persona tiene miedo, se activa la amígdala, que es una estructura muy pequeña, con forma de almendra, en el cerebro. Esto es algo automático e involuntario. Las neurociencias nos muestran día a día lo nocivo que es el miedo en la organización (así como en el aula o en el hogar).
Debemos trabajar la ausencia de amenaza y generar ambientes seguros y sanos para que cada persona pueda desplegar todo su potencial.
Los buenos lugares de trabajo tienen energía, brillo, humor. Todo fluye mejor en los lugares que son vibrantes y divertidos. Esa energía positiva se transmite y se respira, y sentimos orgullo de ser parte de un espacio que genera entusiasmo hacia los buenos resultados. La actitud del “hacer” es contagiosa. Y si esta energía se celebra, su efecto dura más.
Si tomaras los errores como el paso necesario para aprender y mejorar, ¿pensás que tus docentes (o alumnos) se arriesgarían más? ¿Estarás siendo muy exigente con aquellos que se equivocan, pero hacen más que el resto?
Si pudiésemos desarrollar una tolerancia al error y al fracaso, al tiempo de naturalizar y desdramatizar los errores de las personas proactivas, sin dudas veríamos más creatividad e innovación en las aulas y en la escuela.
Necesitamos de personas con el perfil de competencias adecuado, personas comprometidas, pero también dejarlas hacer. Si tenemos personas con competencias y están comprometidas, pero no las dejamos hacer, tendremos un talento desanimado. Dejémoslos volar y sorprendámonos con los resultados!
Todo esto aplica para la escuela, el aula o el hogar.....
Qué opinan?
Los leo!
Un abrazo,
Laura
de Mejores Directivos, Mejores Instituciones Educativas, de Laura Lewin (Bonum)
Editorial Bonum Educación