15/05/2024
Juntos fuimos visualizando estrategias posibles para lograr una experiencia diferente: escribir un plan de nacimiento, contratar una partera para hacer la mayor parte del trabajo de parto en su casa, ingresar a la institución con dilatación bien avanzada, intentar negociar la compañía de una partera como 2do acompañante dentro de la institución.
La prueba máxima llegó a las 37 sem cuando la Dra. que le hacia el seguimiento del embarazo planteó hacer algunos estudios por un aumento brusco de peso… “para quedarnos tranquilos”. Los resultados dieron perfectos, pero “hay uno que está un poquito en el límite de la normalidad, mejor los repetimos por las dudas” “Y otra ecografía porque parece que viene grandecito” “Podría internarte e intentar decolar las membranas para ver si arranca el t de p”… Crónica típica de la cascada intervencionista del modelo médico hegemónico. También crónica del camino hacia una nueva cesárea innecesaria.
Momento de crisis y toma de decisiones informadas.
Nuestro rol: brindar información clara, basada en evidencias, favorecer el empoderamiento y toma de decisiones, y brindar alternativas.
Resumiendo: los estudios están todos normales, un aumento de peso que coincide con el comienzo de la licencia maternal y cambio en la rutina diaria, a la palpación no impresiona un bebé enorme, está claro que no hay nada por lo cual preocuparnos, pero es evidente que la Dra. está preocupada sin razón real.
De ahí surgen preguntas de rigor: ¿Querés seguir con el seguimiento a cargo de la Dra? ¿Está claro a lo que te estás exponiendo? ¿Dónde sentís que querés poner la confianza?
Recomendación: Continuar el seguimiento del embarazo con Parteras del equipo.
Y así las últimas 2 sem el seguimiento se realizó con mirada integral, el foco puesto en la fisiología y en las particularidades de ésta gestación, intentando fortalecer la confianza en el cuerpo, en la capacidad para parir y en Santiago para nacer.