28/12/2022
DICIEMBRE 2022
El mes que nos gastamos las lágrimas
Patricia Faur
Todavía se escuchan los ecos de una multitud eufórica que salió a defender la esperanza, a festejar la hazaña, todavía se escuchan cánticos en las plazas , goles en las veredas, todavía se ve una marea celeste y blanca que inunda las calles y las avenidas, los bares y los balcones. Canta el pueblo mientras se confunden las banderas con las guirnaldas, los asados con el pan dulce, la picada con los turrones.
La Nochebuena llegó sin avisar en este año raro en que los argentinos despertamos de un sueño y salimos corriendo a comprar los regalos y la comida para seguir los festejos. No hubo tiempo ni de llorar por el fin de año porque este país se gastó las lágrimas. En un bucle infinito se suceden las imágenes de nuestros jugadores abrazados a sus hijos, a sus esposas, a sus hermanos.
Y la gente llora por todos los rincones de nuestro suelo a lo largo y a lo ancho, los jóvenes, los viejos, los creyentes y los ateos. Lloramos mucho y la emoción se nos quedó atrapada en la garganta porque hubiéramos querido seguir llorando y gritando un poco más , pero nos acabamos las lágrimas y nos quedamos afónicos. Y mientras tanto, nos preguntamos por qué teníamos tanta necesidad de gritar y de abrazarnos. Porque vos y yo sabemos que no fue solo porque salimos campeones.
Y no queremos que termine el sueño, ni el año ni las risas, ni los cantos , ni los memes ni los abrazos. No queremos volver. Queremos quedarnos un ratito más en la tibieza de ser uno, de pelear todos la misma batalla.
Por eso esta noche te pido Santa , que pongas en tu bolsa algunos regalos especiales: un poquito más de fe, una que nos dure más tiempo, una que nos recuerde cada tanto lo que nos gusta ser, una que tenga tolerancia para seguir festejando con el que piensa distinto, solidaridad para ayudar al que se rindió, sabiduría para aprender a ser equipo.
Yo sé , Papá Noel que este año te pusiste la 10 con rayas celestes y blancas , por eso te lo pido. Porque a veces no lo creemos, pero Dios, ya viste, es argentino.
Nuestros chicos trajeron la copa. Y yo la levanto esta noche para brindar por nosotros, por los que seguimos apostando al amor, a la vida y a la esperanza. Por los que sabemos que siempre se puede intentar, que se trata de esfuerzo, disciplina , confianza y humildad. Por los que somos agradecidos.
Gracias campeones, gracias pueblo argentino por recordarnos lo lindo que es abrazarnos todos juntos. La memoria tendrá un lugar donde volver cuando lo hayamos olvidado.
Felices fiestas