08/06/2022
La mayoría de las veces recurres a la alimentación buscando que esta te aparte de ciertas emociones que sientes te hacen daño, que no puedes controlar, y que a veces ni siquiera puedes distinguir. La ira, la angustia, el aburrimiento, la ansiedad, entre otros, son intentados cubrir bajo el velo de promesa de solución que crees brinda la comida. Te distrae... Pero como ya lo sabes, no es más que momentáneo, al poco tiempo ya estas nuevamente con la misma sensación desagradable de displacer, que te devuelve a la promesa mágica de la comida, encerrando cada vez más las opciones de resolución real a tus afecciones. Detente!!! Intenta escucharte, distingue cual de esos afectos están incidiendo en tu estado anímico y encuentra alternativas. Estas emociones te están hablando de aquello que te molesta, que te hiere o exigen de tu una pronta solución. No los ahogues, no los tapes con comida. Escuchate!
