
30/06/2025
La ilusión de la separación
Nos contaron que éramos dos mitades buscándose.
Que en algún lugar, ese complemento perfecto traería lo que nos falta.
Pero no nos dijeron que dentro ya habitaban ambos:
el Sol y la Luna,
el fuego y el agua,
la fuerza que impulsa y la que acoge.
La energía masculina y femenina no están afuera.
Son danzas internas, pulsos del alma que se entrelazan para crear equilibrio.
No necesito que nadie me preste su energía para florecer.
Porque yo soy el jardín, la raíz, el brote, la semilla.
Y si mi complemento allá afuera aún no ha despertado,
si apenas sobrevive en su propia oscuridad,
¿por qué habría de depender de él para brillar?
Honro su camino.
Honro el mío.
Y dejo de idealizar una unión que aún no sabe sostenerse ni a sí misma.
No quiero una llama que queme sin conciencia.
Quiero un fuego que sepa amar sin destruir.
Y si ese fuego aún no arde en su pecho,
yo me quedo junto al mío,
sagrada, entera, despierta.
Porque ya no creo en mitades.
Creo en almas que se recuerdan completas.
Con mucho respeto,pero desde la vivencia propia ,ese tipo de frases, como “agradecerle al divino masculino por prestarnos su energía”, a menudo perpetúan una visión romántica pero desequilibrada de las dinámicas de las llamas gemelas o del vínculo sagrado entre energías ☀️ 🌝✨