
31/12/2024
En la última sesión de análisis, antes de las vacaciones, trabajamos con mi analista, cómo ya lo venimos haciendo durante varias vueltas, sobre la sobregarga subjetiva. Destacando cómo vengo terminando el año más alivianada. Sali de la sesión enumerando varias cuestiones cotidianas que en el correr de éste año he podido recortar.
Al día siguiente, terminando la jornada en el consultorio, decidí sacar la basura y llevar unas herramientas pesadas que necesitaba en casa. En el primer escalón resbalé y caí estrepitosamente. Sólo escuchaba el ruido metálico del paragüero y el sonido rítmico de una botella plástica que caía por cada escalón hasta chocar contra la puerta: tuc-tac-tuc-tac-tuc-tac.
Mientas intentaba salir debajo de los cacharros me dí cuenta: ¡nunca solté la bolsa de basura!¡Otra vez! Otra vez no solté a tiempo, otra vez me aferré a algo innecesario a costa de mi propia integridad.
Me levanté cómo pude y me reí, al fin de cuentas ésta vez fueron sólo unos machucones y, cosa no menor, ésta vez me di cuenta ¡de mi posición subjetiva!
Muchas veces he reflexionado sobre la soledad, esa ocasión fue una de ellas, ahí estaba mi sujeto en soledad con su síntoma. Hace unos días leí algo del psicoanalista Lutereau qué decía "ser conciente no es saber algo, sino vivirlo". Escribo esto conmovida hasta los huesos.
Uno de mis propósitos para el próximo año es soltar a tiempo, no aferrarme a lo que ya no es necesario, seguir soltando la carga subjetiva.
¡Feliz año nuevo para todos!
🇺🇾