20/04/2021
Venancio Simosa
Genetista y director del Laboratorio de Genética Humana de la Universidad Central de Venezuela.
“Que nazca un paciente con una enfermedad rara de vez en cuando no es considerado como un problema sanitario por el gobierno. Es necesario que le demostremos que sí es un problema, que son pacientes que necesitan un tratamiento especial, que necesitan investigación. Todo eso representa dinero y los Estados no están dispuestos a eso. Muchas veces dependemos de compañías multinacionales que apoyen la investigación. La idea en algunos países siempre ha sido crear un sitio central donde lleguen todos los casos, pero también crear unidades periféricas de diagnóstico. Se requieren unidades de genética en cualquier hospital grande. En Venezuela se necesitaría crear tres centros de referencia: uno en el centro del país, uno en el occidente y otro en el oriente. Deberían estar equipados para hacer estudios tanto cromosómicos como de ADN. Se necesitarían médicos, biólogos, bioquímicos, genetistas y técnicos. Hay que formar gente para que sepa que está frente a una enfermedad genética y sepa referirlo al centro más cercano. No hay personal. Hay muy pocos docentes de Genética para impartir la materia. Si vas a la escuela de Medicina, en el área de Bioquímica, que es una materia que se da en primer año de Medicina, la información que se les da sobre genética es mínima. No hay nadie que les diga sobre enfermedades genéticas. Te gradúas y parece que jamás en la vida has visto este tipo de enfermedades que revisaste en los libros. Cuando estés frente a una enfermedad, no la vas a reconocer porque nadie te enseñó.
En segundo lugar sería crear el registro de pacientes y enfermedades raras. Que en cualquier lugar de Venezuela donde un médico sospeche o diagnostique una enfermedad genética, esa data sea enviada al Ministerio de Salud. Uno necesita conocer la importancia de determinada enfermedad para crear políticas de salud al respecto”.