
04/08/2025
Venimos celebrando alegremente la neuroplasticidad en los últimos años, por la esperanza que ofrece a la capacidad de recuperación y el aprendizaje indefinido en la edad adulta. Eso es un alivio, con respecto a la vieja creencia de que las neuronas no se reproducían y de ahí, lo inexorable de la pérdida de las habilidades cognitivas ante ciertas enfermedades, por ejemplo.
Pero no debemos olvidar que la misma neuroplasticidad que garantiza la posibilidad de re aprender funciones alteradas, nos puede llevar a aprender conductas, hábitos y patrones negativos o desadaptativos.
Para aprender cosas positivas y desaprender negativas, la neuroplasticidad se vale de la repetición, y también del efecto de la novedad, la emoción con que se imprime el evento, y el nivel de atención que invirtamos en la tarea.
Citando al sabio Ramón y Cajal: todos podemos, si nos lo proponemos, ser escultores de nuestro propio cerebro.
Esculpir cuidadosa y concienzudamente suma a SALUD INTEGRAL.