15/08/2023
Actitud es Actuación
La vida es un drama creado por Dios donde tú eres el protagonista.
—José Argüelles
Cuando el mejor actor principal nominado y galardonado con el premio Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood recibe la estatuilla dorada, él exhibe en su presencia y discurso cinco sentimientos que coronan ese momento de esplendor, gloria y victoria. Esos cinco sentimientos son: La aceptación de estar recibiendo ese premio. El agradecimiento a todas las personas involucradas en esa premiación, a la familia, esposa , hijos y otros. La bendición de ser merecedor de tan prestigioso trofeo. El amor que manifiesta a todos los involucrados en ese momento, y la alegría incontenible que se desborda en su corazón. Todo esto ante cientos de millones de personas que presencian como testigos ese acto alrededor del mundo. Esos cinco sentimientos son los principios de la Actitud Positiva: La Aceptación, el Agradecimiento, la Bendición, el Amor y la Alegría. En todo momento de esplendor, de gloria y victoria estos principios o sentimientos se manifiestan.
El premio Oscar, la codiciada estatuilla dorada, se la lleva el mejor actor entre los nominados de ese año. Y el ganador es aquel cuya representación encarnó el alma y la personalidad del personaje a quien le toco representar en la película seleccionada por el jurado de la Academia de Ciencias y Artes.
Aquí nos encontramos ante un hecho real y objetivo. Para ganar el Oscar el actor debe ser muy bueno actuando: siendo quien él no es. El actor tiene que vaciarse a sí mismo de sí mismo, de su propia personalidad o ego para representar a una persona cuya labor y trascendencia merecieron la evocación de su presencia para recordarle o hacerle ver a la audiencia las características de ese ser humano que lo hacen memorable.
En la vida nos sucede algo similar, tenemos que vaciarnos a nosotros mismos de aquello que en realidad no somos para que nuestro auténtico ser salga a relucir. Eso que no somos está conformado por una falsa creencia que tenemos de nosotros mismos. Cuando el hombre no se conoce a sí mismo, es el falso ego quien dirige su vida. El falso ego es el que se ha venido formando a lo largo de nuestro desarrollo y en el condicionamiento a lo largo de la vida debido a los factores sociales, familiares, religiosos, culturales, económicos, políticos, e históricos, que es donde realizamos nuestra existencia.
Dependiendo de la capacidad que nosotros tengamos de advertir cuáles con esos elementos que deforman nuestra luz esencial para brillar como las estrellas de Hollywood en la vida real; en la que nos toca vivir y representar nuestro propio y auténtico papel, entonces estaremos en el plano correcto para aprendernos el verdadero libreto o guion de nuestra propia película aquí en la Tierra y ser las estrellas que trascienden los límites de lo ordinario.
Aprender a conocer el personaje qué somos: qué pensamos de nosotros mismos, cuál es nuestro rol en la sociedad, cómo es nuestro desempeño, con cuáles pensamientos nos acostamos, con cuáles nos despertamos, cuáles predominan durante el día, cuáles son nuestros sueños, qué contribución le hacemos a la sociedad con nuestra labor, cómo nos activamos para servir al otro, cómo nos empoderamos, cómo canalizamos la sabiduría, cuál es nuestra intención, cuál nuestro propósito, cómo manejamos los desafíos, cómo tratamos al otro, cómo tratamos a nuestros familiares cercanos, a los compañeros de trabajo, cuáles son los sentimientos predominantes a lo largo del día, qué tan grande es nuestro amor, cómo caminamos, cómo comemos, con qué nos identificamos, cómo respiramos, cómo reaccionamos ante el s**o opuesto, saber qué y cómo pensamos, cómo actuamos cuando tenemos ciertos pensamientos, cómo sentimos cuando estamos con nuestros seres queridos o con los demás, cómo dormimos, cómo reaccionamos ante la enfermedad, cómo es nuestra reacción ante los impactos del mundo externo, qué tan agudos y desarrollados tenemos nuestros sentidos, qué tan sensibles somos ante el dolor ajeno, si somos justos, virtuosos o malvados y egoístas, cuáles son nuestras inclinaciones literarias, si tenemos alguna, o si somos personas que nos precipitamos hacia las pasiones, arrojados a la lujuria y el vicio, o si somos creadores, inventores, artistas, filántropos, u hombres de bien.
Conocer bien al personaje es vital para poder hacer la representación teatral magistral de nuestra propia vida, y por lo tanto triunfar y sentirnos plenos, felices y realizados; sin el conocimiento de nosotros mismos es muy difícil llegar a la auto realización. Así como nosotros observamos a los actores en la película, detallamos y criticamos su actuación y personalidad, asimismo debemos hacerlo con nosotros mismos. Observarnos actuando es el primer paso que debemos dar para empezar a saber quiénes somos, y conocer cuál es nuestra verdadera identidad. Este término identidad resulta bien oportuno para conocer en qué andamos.
Cuando nos identificamos con algo, algunas personas, tema, negocio, objeto; llámese el último celular, un automóvil, una película, una serie, un video juego, cualquier cosa, en ese momento de identificación somos uno con ese objeto con el cual nos identificamos. Todo nuestro pensamiento, sentimiento y el ser está pegado allí como un tatuaje en nuestra piel. Somos uno con el objeto de la identificación.