01/10/2024
LA AVENTURA QUE ME LLEVÓ DE UNA INFANCIA TRISTE A UNA VEJEZ PLENA DE AMOR
Todos mis mensajes en este sitio son profundamente optimistas, no porque yo siga la moda de los libros de auto-ayuda, ni siga los preceptos religiosos de alguna secta, ni me crea un Maestro iluminado, ni sea un tonto romántico que no se da cuenta del atroz mundo en en que estamos viviendo. Tengo una mente positiva que ha nacido de mis esfuerzos por llegar a esa realización que es morir feliz.
Nací en un hogar tóxico, producto de dos familias que se odiaban a muerte. Por ser hijo de emigrantes no tuve amiguitos, tampoco tuve una relación tierna con mi padre, ni con mi madre. Fácilmente el in****no que fue mi infancia hubiera podido convertirme en un loco o un asesino. Por algo que solo puedo calificar como milagroso, aprendí a leer de corrido a los cinco años. Y el hecho de estar sumido en la soledad emocional me hizo devorar casi todos lo libros que contenía la pequeña y única biblioteca de Tocopilla. Esta capacidad de lectura me volvió diferente, un inadaptado. Tuve que aprender a tomarle gusto a la vida, a desarrollar mi conciencia. Una lucha contra las circunstancias exteriores tanto como una lucha contra mi pesimismo. Con sufrimiento, angustia, y toda clase de heridas emocionales, fui avanzando por esta vida plena de obstáculos. Busqué en multitud de religiones, filosofías, enseñanzas espirituales, Maestros y chamanes. Aprendí a respetarme a mí mismo y luego a respetar a la humanidad entera.
Mi primera meta fue conocerme a mí mismo, la segunda fue desprenderme de todo lo innecesario, la tercera fue comprender que absolutamente todo lo existente es una unidad, que todas las vidas son parte de una sola , infinita y eterna. Comprendí que los seres humanos no somos prisioneros de un país, sino ciudadanos no solo de la Tierra entera, también ciudadanos de un Cosmos que está evolucionando para llegar a la espiritualidad absoluta, inmaterial, constutuído por nuestro inconsciente colectivo.
Estas creencias me hacen escribir aquí todos los días, con optimismo absoluto, (optimismo logrado después que acepté ser un organismo mortal). Gtacias a enfrontar voluntariamente mis sufrimientos y superarlos, he llegado a conocer la paz interior. Por la necedad del mundo industrial, cuya suprema finalidad es acumular dinero olvidando cultivar la verdad, la belleza y la bondad, se vive sumido en el tener, olvidando el ser. Por desconocimiento interior, pocos se dan cuenta que su cerebro es un organo pleno de maravillosas capacidades...
Alejandro Jodorowsky