08/02/2024
La palabra Urantia es originaria del Libro de Urantia, y es el nombre que en él se da al planeta Tierra. Urantiano es así sinónimo de terrícola. Algunas veces se utiliza este término para referirse a un lector del libro o a algún movimiento inspirado en él.2
El Libro de Urantia fue publicado sin nombre de autor humano. Según la Fundación Urantia a principios de la década de 1920 el Dr. William Sadler coordinaba un foro que «conforme pasó el tiempo se convirtió en una reunión cosmopolita que consistía de hombres y mujeres profesionales —doctores, abogados, dentistas, ministros, maestros— junto con individuos de todo tipo —granjeros, amas de casa, secretarias, oficinistas y trabajadores comunes—»,3 este foro generó la comisión de contacto que recibió los documentos de Urantia.
La Fundación Urantia, formada a partir de ese foro, publicó El Libro de Urantia por primera vez en 1955 en Estados Unidos y en inglés; desde entonces el libro se ha traducido al alemán, coreano, español, estonio, finés, francés, neerlandés, húngaro, italiano, lituano, polaco, portugués, rumano, ruso y sueco4 y están en marcha las traducciones al chino, checo, Esperanto,persa, hebreo, hindi, indonesio, japonés y urdu.5 En una resolución judicial de 2001, confirmada por apelación en 2003, la Fundación perdió los derechos de autor de la edición en inglés6 por lo que el texto de la edición original es, desde entonces, de dominio público. Copias completas del libro se encuentran disponibles sin costo en Internet en formato digital, en todos los idiomas cuyas traducciones ya se han completado.7 La publicación, traducción y defensa del copyright de las traducciones corresponde aún a la Fundación Urantia con sede en Chicago (Illinois, Estados Unidos).
La traducción al español del año 1993 fue realizada —a diferencia de todas las otras traducciones— por una empresa de traducción de la ciudad de Nueva York que se dedicaba a traducciones comerciales. El producto de esa traducción es un texto difícil de leer, con una sintaxis no natural y con perlas negras como «diecicinco» en vez de «quince». En el año 1999 se reeditó con la parte IV retraducida por completo y con las otras tres partes retocadas para evitar errores de traducción notorios.8 En 2009 se publicó la edición en español europeo, totalmente retraducida del original en inglés.9
El texto original en inglés se considera el texto fidedigno, las traducciones incluyen una declaración que dice: «Puesto que El libro de Urantia es producto del esfuerzo humano y por tanto imperfecto, debería consultarse el texto en inglés en caso de duda. La Fundación Urantia podría decidir refinar y mejorar esta traducción en ediciones posteriores».10 La Fundación Urantia tiene un equipo trabajando desde 2011 para concretar una síntesis de las dos traducciones actuales de El libro de Urantia,11 cuya publicación está pautada para el 2021.1213 Existe actualmente al menos un blog independiente de la Fundación Urantia que analiza los defectos en las traducciones actuales.14
En la actualidad la Asociación Internacional Urantia (AIU) y la Urantia Fellowship (Fraternidad Urantia) se dedican a coordinar grupos de lectores alrededor del mundo. La Urantia Fellowship operó siempre de forma independiente de la Fundación Urantia pero la AIU dependió de ella hasta 2004 y hoy en día se autodefine interdependiente de la Fundación Urantia. Ninguna de estas organizaciones ni la Asociación Internacional Urantia o la Urantia Fellowship, ni tampoco la Fundación Urantia, realiza ninguna interpretación del texto, sólo se limitan a coordinar y fomentar los grupos de lectores las primeras y a traducir, distribuir y velar por la integridad del texto la segunda.
Revelación
El Libro de Urantia alega ser una revelación celestial, más exactamente la quinta revelación que marca una época en la historia del planeta. Según su relato las revelaciones que marcaron una época en la evolución planetaria son las siguientes:15
La primera revelación16 fue hace medio millón de años, tras la aparición de las seis razas de color, cuando el Príncipe Planetario Caligastia fundó una ciudad en medio oriente —llamada Dalamatia— con el propósito de ayudar a convertir al hombre de cazador a labriego. Durante trescientos mil años funcionó perfectamente pero con la rebelión de Lucifer y la adhesión de Caligastia a su causa el plan se interrumpió y muchos de los avances sociales logrados se revirtieron por la confusión posterior.
La segunda revelación17 tuvo lugar hace treinta y siete mil años cuando Adán y Eva llegaron a Urantia y se establecieron en una zona llamada Edén, con la misión de mejorar la calidad genética de las razas humanas a través del cruce de éstas con su progenie. Esto no llegó a concretarse porque ciento diecisiete años18 después de su llegada Eva cayó en el error de procrear con un humano, contraviniendo la indicación divina de que sólo su progenie podía proceder de esa manera una vez que hubiera alcanzado el millón de individuos. Este error de Eva, y la decisión incondicional de Adán de acompañar a su consorte en cualquier destino que le correspondiera por su error, hicieron que ambos perdieran su condición de inmortalidad y que cuatro siglos19 después de la falta murieran de vejez.
La tercera revelación20 fue realizada por Maquiventa Melquisedec quien se presentó en Israel (región)|Israel hace cerca de cuatro mil años con el propósito de mantener vivo el monoteísmo porque iba en franco retroceso en todo el planeta y pactó con Abraham que si él y su descendencia mantenían la fe en un dios monoteísta, de su pueblo nacería un enviado de las alturas.
La cuarta revelación21 la hizo Jesús de Nazaret con el doble propósito de revelar la personalidad de Dios al hombre —actuando en cada ocasión como habría actuado Dios mismo de haber estado aquí— y de revelar al universo la personalidad de una criatura humana consagrada a cumplir la voluntad de Dios.
La quinta revelación es el Libro de Urantia