05/11/2025
“No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio.”
— Albert Camus
Cuando lo que creías ya no es, y el propósito no se encuentra, mucho menos se vislumbra, surge la pregunta inevitable: ¿para qué?
Camus decía:
“El ser humano busca sentido, pero el mundo no se lo da.”
Entonces se confrontan el deseo y la realidad, naciendo el absurdo: ese choque entre la necesidad humana de significado y un universo que permanece en silencio ante una solicitud que tal vez nunca se pronuncia.
La salida autoprovocada aparece como tentación, pero no como solución.
Leí alguna vez que el suicidio es “una solución permanente a un problema temporal”. Camus añade: así desaparece el sujeto que se pregunta, pero no el vacío que lo genera.
Tal vez el mundo no tenga explicación.
Camus nos invita a aprender a vivir con la paradoja y la contradicción, a vivir sin sentido y, aun así, escoger vivir.
Seguir adelante sin engaños, con empeño, otorgándole al acto de existir el simple pero profundo sentido de afirmar la vida con cada gesto, cada acción, cada movimiento. Siempre con dignidad.
Algunos son derrocados en espíritu.
Otros huyen, de una u otra manera.
Pero para Camus hay una tercera vía: la rebelión.
Yo la nombro la evolución.
Negarse a sucumbir ante el absurdo, elegir la vida, vivir, es un acto de rebeldía.
Elegir vivir y afirmar la existencia, es un acto evolutivo.
Amar su máxima expresión 🦋