05/09/2024
Hay que internalizarlo: Sanar es una decisión personal.
Asumir la responsabilidad o tomar conciencia de que todo lo que nos ocurre es producto de cómo manejamos nuestra vida, los hábitos, la alimentación, nuestros pensamientos, lo que escuchamos, lo que nos decimos o como nos tratamos, todo eso influye en nuestra biología y van apareciendo los primeros síntomas, que más adelante serán vistos como una adaptación, y lo llamaremos "enfermedad", bien sea física, mental o emocional.
Es entonces cuando reaccionamos al recibir el diagnóstico de algo que nunca estuvo en nuestros planes conscientes, al no atender los síntomas durante el proceso emocional, obviamos las señales que nos daba nuestro cuerpo y se manifiesta finalmente como una enfermedad.
He tenido consultantes con diagnóstico de cáncer que se les prohíbe ingerir azúcar, gaseosas, harinas, entre otros alimentos, y sus respuestas son: "Será lo último que haga", "Jamás dejaría de comer pan y tomar café con azúcar", "El refresco o gaseosa no faltará en mi mesa" y luego llegan a mi consulta pidiendo un Reiki.
También tengo clientes con ansiedad, depresión y otros problemas emocionales a los que les hago reiki, coaching o psicoterapia. En cada terapia les asigno tareas simples, tareas que no hacen por "falta de tiempo", o por ser muy "difíciles", negándose a hacer las asignaciones para su mejoría.
Apartando la afinidad con el terapeuta que puede influir en la realización personal y la responsabilidad con las asignaciones, en los dos casos planteados la sanación pasa a ser totalmente responsabilidad del consultante o paciente. Es una muestra simple de que así como podemos crear la enfermedad, podemos revertirla, haciendo el trabajo personal y cambiando lo que sea necesario para sanar.