28/07/2025
Hoy en el día mundial contra la hepatitis queremos concientizar de cómo esta puede afectar la salud ocular de varias maneras, siendo la ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) la manifestación más visible.
Además, la hepatitis puede causar ojo seco, inflamación del ojo (uveítis y escleritis), y en casos más graves, afectar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía).
Efectos específicos de la hepatitis en los ojos:
* Ictericia:
La bilirrubina, un pigmento que el hígado enfermo no puede procesar adecuadamente, se acumula en el cuerpo y causa la coloración amarilla de la esclerótica (parte blanca del ojo).
* Ojo seco:
Algunas personas con hepatitis, especialmente con hepatitis C crónica, pueden experimentar ojo seco debido a trastornos autoinmunes asociados o complicaciones de la enfermedad.
* Inflamación:
La hepatitis B y C pueden provocar uveítis (inflamación del tracto uveal) y escleritis (inflamación de la esclera), causando dolor, enrojecimiento y problemas de visión.
* Retinopatía:
En casos de hepatitis crónica o cirrosis, la retinopatía puede desarrollarse, afectando los vasos sanguíneos de la retina y causando visión borrosa, puntos ciegos o incluso pérdida de visión.
* Hemorragias subconjuntivales:
Los problemas de coagulación asociados con la enfermedad hepática avanzada pueden causar hemorragias en la conjuntiva del ojo.
Por eso la importancia de la atención oftalmológica:
Si se experimenta alguno de estos síntomas o se tiene diagnóstico de hepatitis, es crucial consultar con un oftalmólogo para evaluar la salud ocular y recibir el tratamiento adecuado.
El cuidado temprano puede ayudar a prevenir complicaciones más graves y preservar la visión.