17/11/2025
Años estuve igual: compraba chocolate y helado pensando “ahora sí me va a durar”… y obvio que no.
La culpa y el mal humor iban directo con la cantidad de dulce.
Por qué pasa? Porque el cerebro ve lo dulce como “premio” y se activa el modo todo o nada.
Algunas estrategias que uso con mis pacientes:
1. Comé suficiente en el día. Si llegás con hambre real, no vas a querer lechuga, vas a querer energía rápida.
2. Una semana registrá cuándo aparecen las ganas y qué lo dispara.
3. No llenes un cajón de golosinas. Andá de a poco: la exposición sin culpa baja el “efecto prohibido”.
Lo importante: el objetivo no es “tener dulces y no comerlos”, sino que dejen de tener poder sobre vos.
La libertad con la comida no llega con más control, sino dejando de pelearte con ella.
Didi | Nutricionista & Personal Trainer
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