
17/07/2025
“Después de que ella se fue… me quedé con un agujero en el alma. Y otro en el paladar.”
La historia de Martín, 36 años.
Martín siempre había sido un tipo alegre.
Trabajador. Familiar. Un poco impulsivo, sí… pero buena gente.
Hasta que su vida dio un giro.
Su pareja de años decidió irse.
Sin muchas explicaciones.
Solo se fue.
“No era solo el dolor… era el vacío. Y quise llenarlo con lo primero que encontré.”
Primero fue el alcohol.
Después, un “toque” de co***na en una fiesta.
Lo que comenzó como una distracción… se convirtió en una adicción silenciosa.
Martín usaba a diario.
A escondidas.
Pensando que podía manejarlo.
Pero el cuerpo no olvida.
Y la co***na tampoco perdona.
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Comenzó a sentir molestias al comer.
Dolor al tragar.
Una extraña comunicación entre la nariz y la boca.
Lo que bebía… se le salía por la nariz.
Fue al médico pensando que era una infección.
Y lo que encontraron fue devastador:
Una perforación en el paladar duro.
Una comunicación entre la cavidad oral y nasal.
Producto de la necrosis por vasoconstricción crónica.
Una secuela del uso repetido de co***na, que destruyó el tejido poco a poco hasta dejar un agujero real… y visible.
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El diagnóstico fue claro:
Perforación del tabique nasal y paladar duro por consumo crónico de co***na.
Requirió cirugía reconstructiva.
Uso de placas palatinas.
Y sobre todo, rehabilitación para salir de la adicción.
Martín dijo:
“Pensé que me estaba curando el dolor… pero lo estaba multiplicando.”
—
Lo que debes saber:
La co***na inhalada puede causar:
• Isquemia y necrosis de los tejidos por vasoconstricción severa.
• Perforación del tabique nasal y, en casos más avanzados, del paladar duro.
• Infecciones, dificultad para hablar, comer y respirar.
• Daño cerebral, cardíaco, renal y psicológico.
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Hoy, Martín está en recuperación.
No solo del paladar… también del alma.
“No hay ruptura que justifique destruirte.
Si estás sufriendo, pide ayuda.
No te calles. No lo enfrentes solo.
Porque hay dolores que pasan…
Pero las consecuencias, a veces, se quedan para siempre.”
—
Una droga puede darte minutos de evasión…
pero cobrarte años de salud.
Tu vida vale más que ese polvo blanco.
Mucho más.
- Créditos a su Autor