27/06/2016
Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es un trastorno, en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. Cada vez que el corazón late, bombea sangre a los vasos, que llevan la sangre a todas las partes del cuerpo. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.
La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm Hg1 cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión arterial se considera alta o elevada.
La mayoría de las personas con hipertensión no muestran ningún síntoma; por ello se le conoce como el "asesino silencioso". En ocasiones, la hipertensión causa síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre.
Cuanto más alta es la tensión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos principales como el cerebro y los riñones. La hipertensión es la causa prevenible más importante de enfermedades cardiovasculares y ACV del mundo.
Si no se controla, la hipertensión puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardíaca.
La hipertensión arterial puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y provocar un accidente cerebrovascular. También puede provocar deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo.
Todos los adultos deberían medir su tensión arterial periódicamente, ya que es importante conocer los valores. Si ésta es elevada, han de consultar a un profesional de la salud.
A algunas personas les basta con modificar su modo de vida para controlar la tensión arterial, como abandonar el consumo de tabaco, adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y evitar el uso nocivo del alcohol. La reducción de la ingesta de sal también puede ayudar. A otras personas, estos cambios les resultan insuficientes y necesitan tomar medicamentos con prescripción médica.
Recomendaciones generales:
-Promover un modo de vida saludable, haciendo hincapié en una nutrición adecuada de niños y jóvenes.
-Reducir la ingesta de sal a menos de 5 g al día (algo menos de una cucharadita al día)
-Comer cinco porciones de frutas y vegetales al día
-Reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas.
-Evitar el uso nocivo del alcohol, esto es, limitar su ingesta a no más de una bebida estándar al día.
-Realizar actividad física de forma regular y promover la actividad física entre los niños y los jóvenes (al menos 30 minutos al día).
-Mantener un peso normal: cada pérdida de 5 kg de exceso de peso puede reducir la tensión arterial sistólica entre 2 y 10 puntos.
-Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.
-Gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo mediante meditación, ejercicio físico adecuado y relaciones sociales positivas.